Miguel Ángel Gahona murió en la caribeña ciudad de Bluefields de un disparo de arma de fuego, mientras cubría el choque entre manifestantes y antimotines la noche del sábado, declaró al Canal 15 de televisión, su colega Ileana Lacayo.
“Creemos que fue un francotirador el que hizo el disparo; no fueron los jóvenes (…) los únicos que andaban (con) armas eran los policías y antimotines”, afirmó la comunicadora.
Durante las protestas que estremecen al país desde el pasado miércoles, periodistas de medios independientes han sido agredidos, detenidos temporalmente o les han robado equipos de trabajo, según han denunciado, mientras que el gobierno bloqueó la transmisión de cuatro medios independientes, aunque solo uno continua cerrado.
El ánimo caldeado se respira en las calles de Managua, donde jóvenes mantienen carreteras bloqueadas con fogatas y barricadas de piedras, en protestas iniciadas en rechazo a una reforma al sistema de pensiones.
El presidente Ortega, en un intento de frenar las protestas, aceptó este sábado dialogar con el sector privado sobre la reforma a la ley de seguridad social, pero excluyó a otros sectores y a los jóvenes alzados, lo que más bien enardeció los ánimas de los manifestantes.
Ante el creciente descontento, el gremio empresarial respondió a Ortega que “no puede haber un diálogo” si el gobierno “no cesa de inmediato la represión policial”, respeta la libertad de manifestación y de prensa.
Según Ortega las protestas son alentadas por grupos políticos críticos de su gobierno y que reciben financiamiento de sectores extremistas de Estados Unidos.
Lo hacen para “sembrar el terror, sembrar, la inseguridad”, fustigó.
Que cese represión
Tras el discurso del mandatario, el primero desde que el miércoles iniciaron las virulentas manifestaciones, cientos de jóvenes chocaron nuevamente con policías antimotines en la capital.
Con los rostros cubiertos con camisetas, los manifestantes levantaron barricadas sobre las calles y lanzaron piedras a los policías que los reprimían con gases lacrimógenos.
“¡Si así es que piensa el gobierno que se arreglan las cosas, así va a hacer!”, exclamó enardecido un joven manifestante.
Las marchas continuaron en Managua y otras ciudades como Matagalpa, Camoapa, León, Carazo, y Bluefields, uno de los principales centros del Caribe.
Las protestas, unas de las más violentas en los 11 años de gobierno de Ortega, estallaron debido al aumento de cuotas que buscan saldar un millonario déficit del seguro social, lo que se suma a un descontento generalizado por la situación económica en el país, según analistas.
Soldados armados con fusiles custodian oficinas públicas en Managua, así como en la norteña ciudad de Estelí, brindando “protección a entidades y objetivos estratégicos” del país, indicó el ejército.
La jornada de protestas causó daños en el Ministerio de Juventud, el edificio del Seguro Social, la Universidad de Ingeniería y la oficialista Radio Ya, en Managua.
En las ciudades de León y Masaya hubo “quema de vehículos particulares, saqueo y destrucción de edificios públicos” y robos en centros comerciales, informó el gobierno.
Mientras, la oposición denunció la quema parcial de Radio Darío en la ciudad de León, que habría ocurrido la noche de viernes.
Para Amnistía Internacional, la respuesta “violenta de las autoridades a estas demostraciones tiene implicaciones profundamente perturbadoras para derechos humanos en Nicaragua”.