Haitianos, venezolanos, dominicanos y peruanos son las nacionalidades que más destacan dentro de las dos primeras jornadas de regularización migrante, que comenzó la mañana del día lunes.
Uno de los principales puntos de atención ha sido el Estadio Víctor Jara, que es parte de los lugares que se han dispuesto de forma extraordinaria para las primeras semanas de regularización. Ahí, la mayoría de los asistentes durmió fuera del recinto para asegurarse de no perder su puesto, pues la experiencia les decía que siempre aparecen los “colados”.
El primer día las puertas se abrieron a las 3 de la mañana para que las personas pudieran esperar dentro, cobijándose del frío con las frazadas que ellos mismos habían llevado. A las 9.30 comenzó el proceso formal que fue más lento de lo que esperaban, casi media hora de atención por asistente, mientras que el tiempo prometido no superaba los 10 minutos.
A esa hora el cansancio ya se convertía en mal humor, y a pesar de que los inmigrantes agradecen que el gobierno les permita regularizar su situación, consideran que la espera, la organización y la desinformación están debilitando el proceso.
“Demasiado lento, muy desordenado, se meten en la fila y no respetan los turnos”, fueron las acusaciones de una ciudadana colombiana que acompaña a su hermana a regularizar su proceso.
Debido a la alta concurrencia es que las autoridades se han apoyado en diversas instituciones y recursos para poder facilitar el proceso y brindar a los asistentes una mejor atención que permita agilizar y normalizar la situación.
En el caso del Estadio Víctor Jara, la Fundación Integra acondicionó un sector especial para los niños que estaban en el lugar, para que de esta forma pudieran distraerse y no sufrir el estrés de la larga espera. Sandra Nanjarí, de la Dirección de Planificación de la Fundación Integra, indicó que con esto buscan proteger a los niños en este proceso.
Además, el Mercado de Lo Valledor habilitó un stand en el que los inmigrantes podían retirar frutas, y en la cafetería del Estadio había disponible café.
En la sucursal de Chile Atiende ubicada en Alameda, a las afueras de la salida del Metro Moneda, la realidad no era tan optimista como en el Estadio Víctor Jara. Nadie podía esperar adentro, no había café y mucho menos fruta. La asistencia de gente era tanta que la fila daba la vuelta por calle Amunategui dos cuadras hacia el norte, e incluso quienes ya tenían el número diario debían esperar afuera.
La mayoría de los asistentes tenían frío, se abrigaban como podían, y las expresiones de sus rostros dejaban en evidencia que llevaban largas horas esperando y que el cansancio ya los tenía casi rendidos.
Muchas personas pasaron la noche ahí de pie, sin comida y sin baño. Marta, proveniente desde Perú fue parte de los inmigrantes que no alcanzaron el número de atención del día lunes, a pesar de que llegó antes de las 4 de la mañana. “Somos personas y merecemos un trato digno” indicó la mujer al referirse a las condiciones en que debieron enfrentar la larga espera.
Hay una característica especial que une a ambos lugares, pues la alegría que mostraban quienes sí lograban realizar el proceso de regularización era inexplicable. No era difícil saber quiénes ya habían sido atendidos, pues llevaban entre sus manos una hoja que tenía marcada su huella dactilar acompañada de sus datos personales, y por supuesto una sonrisa que nadie les podía quitar.
Quienes completaban el proceso salían exhibiendo felices el comprobante que se les habían dado. Lo levantaban frente a otros migrantes como si fuese un trofeo, y claro, de cierta forma lo es, significa para ellos el primer paso a una nueva vida, está vez de forma legal.
En la sucursal del Departamento de Extranjería ubicado en calle San Antonio el panorama era similar. Largas filas, los números ya repartidos y los migrantes cansados de esperar y no lograr ser atendidos.
Esta regularización busca normalizar la situación de quienes se encuentran de forma ilegal dentro de nuestro país. Quienes ingresaron por un paso no habilitado tienen un plazo de 30 días para acudir a realizar el trámite, mientras que el resto de los casos pueden hacerlo en los próximos 90 días.
En el proceso también están participando organizaciones de migrantes quienes guían a sus compatriotas tanto en como ordenar y realizar el trámite, y además ayudan en la traducción para quienes no hablan español.
Claudia García, es colombiana y lleva 10 años en Chile. En este proceso está trabajando en el Estadio Víctor Jara en representación de la organización Damas Colombianas. Según señaló el principal problema ha sido la larga espera a la que se deben enfrentar quienes acuden a realizar el trámite, sin embargo, destacó que los inmigrantes están muy contentos con el proceso. “Yo vi a la gente cansada pero también expectantes, están tranquilos y con paciencia esperando”, manifestó.
A pesar de que para los migrantes la organización del proceso ha sido bastante engorrosa, las autoridades se han manifestado muy conformes con la implementación de la regularización, y esperan que con el paso de los días la situación vaya siendo cada vez más expedita.
Durante el día de hoy se habilitarán tres nuevos estadios para el proceso, el gimnasio Paul Harris en Las Condes, el Gimnasio Municipal de San Bernardo y el Gimnasio Baquedano en Lampa. Todos funcionarán entre las 9 y 18 horas hasta el próximo 28 de abril
El proceso de regularización se puede realizar hasta el próximo 23 de julio, y a partir de esa fecha se comenzarán a solicitar nuevos documentos a los inmigrantes inscritos para poder completar la información y poder entregar las visas, trámite que podría durar incluso un año.