Diario y Radio Universidad Chile

Año XVI, 23 de abril de 2024


Escritorio

Los partidos y la iglesia


Domingo 6 de mayo 2018 9:02 hrs.


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Señor Director:

Si después de los escándalos desde dentro de la iglesia hacia fuera, porque poco sabemos lo que acontece dentro, nos preguntamos acerca de la posición de los partidos que han hecho suyas como demandas, los dogmas de la iglesia en sus programas acerca de los temas del aborto en tres causales, la igualdad genérica ante la ley, y la objeción de conciencia.
La DC que sería el  más autentico ejecutor de estas cuestiones valóricas, en la practica se encuentra en una situación de disolución casi terminal.
Queda la UDI como el más recalcitrante defensor de estos dogmas en el estado laico chileno, que a pesar de la calamitosa situación de la iglesia como institución, sigue como con viento en popa, impulsando la aplicación del concepto objeción de conciencia, trás fallo del TC, detrás del cual estan las mismas fuerzas que representan a la DC, UDI, y RN es decir los tres partidos declarados católicos y cuyos dogmas pasan a ser ley de la republica.
Además de esto y que es lo peor, la aplicación de la objeción de conciencia se financia con dineros publicos en instituciones privadas ya sea como propiedad de sostenedores afiliados a dichos partidos, y de la iglesia católica.
Sabemos que la iglesia después de todos los escándalos de abuso sexual como la pedofilia, y relaciones homosexuales en su interior, cuestión que la iglesia no acepta hacia fuera, pero que sí está cubierta en un manto de impunidad en sus solemnes corredores ( A dios rogando y con el mazo dando..). Entonces tenemos que la iglesia, y los partidos que portan sus dogmas hacia el estado laico usan recursos públicos para impedir las reformas que pongan coto a esta inmoralidad, o doble moral que en defintiva agobia a chilenas y chilenos que se ven enfrentados a abusos en la sociedad civil republicana, en nombre de dios y la moral conservadora.
Lo menos que se puede esperar es que haya reformas dentro de la iglesia, y en los partidos que propician esta falsa cuestión como algo valorico fundamental, lo cual es absurdo visto desde una perspectiva global, ya que en paises desarrollados está permitido el aborto sin las causales antes del tercer mes, y los plenos derechos civiles a los ciudadanos que divergen en su sexualidad, lo que se considera plenamente normal en todas sus variantes de diversidad.
Mi opinión es que la iglesia y los partidos que apoyan estas cuestiones, o en el mejor de los casos guardan sospechoso silencio acerca de las consecuencias nefastas de todos estos dogmas sobre la poblacion, paguen el precio de sus despropósitos con el rechazo de quienes están por verdaderas reformas dentro y fuera de la iglesia.

El contenido vertido en esta Carta al director es de exclusiva responsabilidad de su autor y no refleja necesariamente la posición de Diario y Radio Universidad de Chile.

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