En las últimas horas el Arzobispado de Santiago dio a conocer, mediante un comunicado –y después de un artículo publicado por El Mercurio–, que el martes 2 de enero de 2018, Óscar Muñoz Toledo, canciller de la Curia, se auto-denunció por abuso.
Luego de este hecho, “se implementaron medidas cautelares, siendo relevado de sus cargos de Canciller de la Curia y párroco, prohibiéndosele –además– el ejercicio público del ministerio sacerdotal”.
A renglón seguido, el Arzobispado de Santiago indicó que “una vez concluida la correspondiente investigación previa, el expediente fue enviado a la Congregación para la Doctrina de la Fe, de la Santa Sede, organismo competente para juzgar estas materias”.
Tras conocerse esta información, Juan Carlos Cruz, una de las víctimas de Fernando Karadima, expresó vía Twitter lo siguiente: “Impresionante la caradura – por decirlo suave – este (Óscar Muñoz) nos tomaba declaración y después no pasaba nada. Que impotencia y rabia (SIC)”.