Este lunes las alumnas de la Universidad Católica depusieron la toma de la Casa Central, acción que se realizó bajo el contexto de movilizaciones feministas que se desarrollan a nivel nacional.
La deposición de la protesta, que se alargó por cuatro días, se da luego de lograr un acuerdo entre quienes se mantenían al interior del recinto y el rector de la UC, Ignacio Sánchez.
Las voceras de las estudiantes confirmaron que luego de reunirse con el rector, lograron tres puntos básicos. El primero de estos, responde a la situación de trabajadoras del recinto educacional, por lo que se habría conseguido la regularización de la situación.
A su vez, la vocera se refirió al caso de Marcela López, funcionaria de la Universidad Católica que habría sido victima de violencia intrafamiliar de parte de su marido y docente Martín Chuaqui, siendo esta, una de las banderas de la protesta feminista.
En ese sentido, explicó que hubo un compromiso del rector para conversar con ella, lo que pese a ser un buen comienzo, no fue considerado un avance debido a que el profesor continúa haciendo clases.
En relación a la falta de reconocimiento de compañeros trans, hubo un compromiso para reconocerles y para que lleven su nombre social.
En ese sentido, el rector de la UC, Ignacio Sánchez, explicó que los compromisos adquiridos se dan en diversos ámbitos y que por ello, se conversarán en mesas de trabajo para abarcar los puntos. A su vez, destacó que no hubo daños en el recinto que fue tomado.
Pese a que se depuso la toma, las alumnas enfatizaron en que las movilizaciones seguirán interna y externamente. En ese sentido, el 1 y 6 de junio se planean marchas feminista, la última de ellas ya fue solicitada a la Intendencia Metropolitana y respaldada por alumnas y dirigentes de la Confech.
Las alumnas del plantel anunciaron que las movilizaciones seguirán interna y externamente.