“(…) Satisfacción propia, c’est tout! Hoy dibujando y contento. (…) Siento el cambio que voy experimentando, siento renacer mis facultades perdidas, presiento felicidades y ambiciones para el futuro. Por fin ¡vivo! Mi cerebro es ahora un mundo de ideas nuevas, de ideales y proyectos que poco a poco estoy arreglando”.
Así escribía Álvaro Yáñez (1893-1964), más conocido por su seudónimo, Juan Emar, en junio de 1912 durante uno de sus viajes a Europa. Y es que para el autor de Ayer (1935), el dibujo siempre fue un área de interés, pese a que durante largos años éste aspecto de su obra permaneció a la sombra de su carrera literaria.
No obstante, hoy una exposición, denominada El surrealismo de Juan Emar, recupera esta faceta perdida del escritor chileno.
Según el investigador Juan Pablo Rojas, quien junto a Alejandro Canseco-Jerez trabajó en la muestra, “la primera formación de Emar es como pintor”.
“Este interés por la pintura nace con su adolescencia y después él se va perfeccionando. Es decir, le dedica tanto tiempo a la pintura como a la escritura. Así que algo que nos importa dejar establecido en la exposición es que él es un pintor y debe ocupar una posición en la historia de nuestras artes plásticas. Para él la pintura no es un pasatiempo sino una preocupación artística central”, comenta.
La obra pictórica de Emar se realizó entre los años 40 y 50. Incluso, en este contexto, el autor llegó a Chile con una exposición que se presentó en 1950 en los salones de la Universidad de Chile. Más tarde, en 1957 volvió a exponer, pero esta vez, en Cannes, Francia. Sin embargo, estas actividades no lograron despertar la curiosidad del ambiente artístico de la época.
“Efectivamente, expone en el año 50 en la Universidad de Chile, pero es una exposición que primero dura dos o tres días y que no tiene ninguna repercusión de crítica y menos de público. Fue prácticamente ignorada. El impacto fue casi nulo”, sostiene Rojas, quien manifestó que esta indiferencia se explica, en buena parte, por las características de las piezas.
“Ni la crítica, ni el público estaban preparado para comprender una propuesta así”, dice el investigador.
El surrealismo en Juan Emar
El surrealismo de Juan Emar contempla 45 obras y diversos dibujos que fueron resguardados por Alice de la Martinière, pareja del escritor. Estas piezas, a su vez, recorren diferentes temas que van desde la naturaleza hasta las artes.
Cada una de estas obras fueron influenciadas por estilos como el Surrealismo, el Futurismo, el Cubismo y el Dadaísmo.
Esta variedad de expresiones fue utilizada por Emar producto de la visión que él mantenía respecto del arte. “Emar rechaza a esos pintores que son fácilmente reconocibles. Creía en una constante búsqueda. Lo que es incuestionable es que es un vanguardista”, comenta Rojas.
En este sentido, el investigador señala que la obra de Emar está influenciada por el surrealismo ya que utiliza una técnica para crear: el abandonarse frente a la obra. Según Rojas, esta metodología tenía que ver con que al momento de crear “un ente externo se empoderara del gesto de pintar”.
Coordenadas
La muestra podrá visitarse hasta el 22 de julio, de martes a domingo de 10:30 a 19:00 horas en el Centro Cultural Las Condes. La entrada es gratuita.
