Larga fue la espera antes que el presidente de la Conferencia Episcopal de Nicaragua, Cardenal Leopoldo Brenes, diera a conocer los puntos del acuerdo sobre derechos humanos, alcanzado entre el gobierno del presidente Daniel Ortega y la opositora Alianza Cívica, que aglutina a estudiantes, empresarios, trabajadores, iglesias evangélicas, universidades, representantes del sector rural, comunidades indígenas y afrodescendientes. Seis puntos constituyen la base de un acuerdo en el que pocos creían cuando están a punto de cumplirse dos meses del inicio de las protestas sociales contra el gobierno de Ortega;
Los seis puntos
1) Solicitar la presencia de la CIDH para que coadyuve a la investigación de todas las muertes y actos de violencia producidos en el país después del 18 de abril
2) El gobierno nicaragüense hará una invitación inmediata al Alto Comisionado de la ONU y la Unión Europea para sumarse al proceso
3) Se considera “importante” la presencia inmediata de la Secretaría general de la Organización de Estados Americanos (OEA)
4) La Mesa de Diálogo llama al cese de todo tipo de violencia y amenaza, venga de donde venga
5) Se creará una Comisión de verificación y seguridad
6 )Se hace un llamado al cese de toda forma de violencia y amenaza internas; las barricadas (“tranques”) levantados en distintos puntos de la capital y ciudades de Nicaragua serán levantados paulatinamente.
Se trata sin duda de un giro importante dentro de la crisis que sacude el país desde que el gobierno intentó en abril pasado imponer su reforma al sistema de seguridad social, que generó fuertes protestas y derivó en una ola de manifestaciones en favor de elecciones anticipadas, reprimidas violentamente por la policía y cuerpos paramilitares afines al gobierno Ortega. El saldo de esa violencia era de 170 muertos hasta el pasado jueves, así como miles de heridos.
De acuerdo con testimonios recogidos en Managua por la agencia de noticias AFP, opositores al gobierno se dijeron “satisfechos” con el acuerdo concluido con el gobierno por lo que hicieron un llamado a evitar la violencia. Ayer viernes miles de nicaragüenses retomaron su trabajo después del paro casi general del jueves
El cardenal Brenes reveló que los obispos pidieron el pasado de 7 de junio al presidente Ortega adelantar las elecciones previstas para el 2021, a lo que el cuestionado mandatario respondió señalando que está dispuesto a “trabajar por la democratización en el país”, y “escuchar todas las propuestas e iniciativas dentro de un marco constitucional”.
Este sábado gobierno y oposición volverán a sentarse a la mesa de diálogo para discutir del “proceso de democratización del país”.