Las noticias sobre el brote de Sarampión presente en diferentes puntos del planeta, encendió también las alarmas en Chile.
El Ministerio de Salud, respondiendo a la contingencia, ha debido explicar públicamente qué se debe hacer en nuestro país para prevenir el contagio.
El infectólogo Miguel O´Ryan es claro al respecto: la cobertura nacional de vacunación contra sarampión alcanza el 90 por ciento, esto ha sido la barrera inmunológica que ha impedido un brote de la enfermedad en Chile.
Sin embargo, no ocurre lo mismo en otros lados, por ejemplo, Estados Unidos o Europa del Este, donde son miles los infectados.
En ese sentido, el llamado es único: deben vacunarse únicamente las personas que viajen al extranjero, pero no todos. Solamente lactantes y niños menores de seis años, así como los nacidos entre 1971 y 1981, década en la que Chile utilizó la mitad de la dosis necesaria para la inmunización completa.
El también director de Relaciones Internacionales de la Facultad de Medicina de la Universidad de Chile explicó que nadie más necesita de esta medida: “Por ahora, la instrucción es que solo quienes vayan a viajar refuercen la dosis. Eso no quiere decir que, como ocurre regularmente, el Ministerio de Salud pueda instruir una campaña para todos quienes se hayan saltado la doble dosis obligatoria en el Chile”.
El Sarampión se trasmite de persona a persona. Su contagio es rápido, por lo que basta compartir espacio con un infectado para desarrollarla, siempre en caso de no estar protegido inmunológicamente.
Si bien es una enfermedad potencialmente erradicable, para lograrlo se debe tener un nivel mundial de vacunación del 95 por ciento, cifra difícil de alcanzar en el corto plazo.
La vacuna tresvírica (Sarampión, Rubeola, Parotiditis) es gratuita y está disponible en centros de salud públicos y privados. Sin embargo, está contraindicada para embarazadas e inmunosuprimidos.