Delegados del pueblo mapuche solicitaron al Ejecutivo que interceda por la autoridad religiosa mapuche, Celestino Córdova, quien mantiene una huelga de hambre debido a la imposibilidad de trasladarse por 48 horas a su Rewe. Además, esto suma fuerza considerando que las últimas semanas de junio forman parte del We Tripantu, el inicio del año para la cosmovisión de dicho pueblo originario.

La idea de los representantes era dialogar directamente con el Presidente Sebastián Piñera y el Ministro del Interior Andrés Chadwick, pero ninguno de los dos estuvo dispuesto a presentarse ante la delegación que viajó desde la Región de La Araucanía, para intentar, una vez más, discutir el problema y determinar una solución.

La vocera del machi Celestino Córdova, Gabriela Calfucoy, manifestó su impotencia ante la decisión de las autoridades de gobierno, quienes -argumentó- se oponen a cualquier oportunidad de dialogar y resolver positivamente la situación que mantiene la autoridad ancestral.

“Una solución pasa solo por una decisión política del Ejecutivo, y constatamos nuevamente que ha existido nula disposición de las autoridades del gobierno para cumplir los compromisos. Existe presión de los gremios empresariales de la región, políticos de derecha, para impedir que el machi vaya a su rewe por 48 horas, mientras se sigue deteriorando su salud, luego de cumplirse 27 días de la nueva huelga de hambre que inició”, afirmó.

Junto con Gabiela Calfucoy y los lonkos mapuche, estuvieron presentes los diputados del Frente Amplio Tomás Hirsch, Maite Orsini y Gonzalo Winter.

También este miércoles, comunidades indígenas se tomaron las dependencias de la Corporación Nacional de Desarrollo Indígena (Conadi) en Osorno, en apoyo al machi Celestino Córdova.

Representantes del pueblo originario aseguraron que el gobierno no ha cumplido el compromiso para que el machi depusiera la huelga de hambre. Ayuno que completa, este jueves, su día número 28.

Médicos tradicionales informaron que Celestino Córdova debe salir a su rewe (lugar sagrado mapuche), de lo contrario, podría morir, pues tiene una “enfermedad espiritual”, de allí que han tomado la decisión de no seguir atendiéndolo porque la salida a renovar su espiritualidad depende de una decisión política del Ejecutivo.