El trabajo de limpieza en la Iglesia Católica continúa y, seguramente, no parará. Esa es la coincidente apreciación que manifiestan expertos al ser consultados sobre futuras remociones en las distintas diócesis del país.
Hasta este jueves, el análisis de la suma de dimisiones anunciadas por el Vaticano puede ser clasificada en los factores comunes tomados por el Papa para determinarlas, y la cantidad de prelados desafectados.
Para el historiador y experto en la iglesia católica, Marcial Sánchez, las razones no solamente han sido por edad, sino que también influye la relación que han tenido algunos de ellos con Fernando Karadima, pues se sabe que encubrieron sus acciones.
Según el académico, el involucramiento directa o indirectamente en casos de abusos sexuales, es otro motivo de peso que gatilló y determinará nuevas salidas.
“El obispo de Linares, Tomislav Koljatic, es otra persona que estuvo bajo el alero de Karadima, por eso, no me llamaría la atención que aceptaran su renuncia. En el caso de Ricardo Ezzati, espero que también sea pronto, porque hay que ordenar la casa en Santiago y hay que resolver dudas, mediante investigación, para poder sacar cuentas positivas. Es un arzobispado muy grande, maneja muchos recursos y se ha visto involucrado en situaciones irregulares”, afirmó.
El vocero de la agrupación de laicos del Maule, Gustavo Madrid, comunicó que durante la entrevista sostenida recientemente con los enviados del Papa, Charles Scicluna y Jordi Bertomeu, les llamó la atención la condición clasista y elitista de la Iglesia chilena. Según Madrid, airmaron que “los obispos acá llegan a ese cargo impulsados por una carrera con ánimos de poder, lo que va contrario a la línea de lo que el Vaticano pretende”.
El líder de los laicos del Maule aseveró que, en el caso de la diócesis de Talca, el ahora ex obispo Horacio Valenzuela estaba “deformado” por Fernando Karadima.
“Están haciendo una revisión cuidadosa de los candidatos, eso nos dijeron los enviados papales. Nosotros queremos un nuevo obispo que sea pastor de ovejas, que no esté dañado por Fernando Karadima y, lamentablemente, Ignacio Valenzuela está en esa lista, él es nuestro hermano, pero él está malformado y está deformado. Ahora este nuevo administrador apostólico, Galo Fernández, fue formado por Carlos González, por lo tanto, nuestra esperanza es que pueda mantener una línea identitoria con ese obispo”, argumentó.
Para el teólogo Álvaro Ramis, que el Vaticano vaya anunciando nombres de a dos, tiene relación con la limitación por capacidades de designación de nuevos administradores apostólicos y que, durante la marcha, se han ido informando nuevos sucesos relacionados con abusos sexuales. Además -precisó- está el factor nuncio apostólico Ivo Scapolo, quien está cuestionado por encubridor de delitos. Autoridad que originalmente es la encargada de designar a los nuevos prelados.
“Lo que es muy urgente es que haya una designación rápida y clara de la diócesis de Santiago, porque eso va a ordenar el curso de la Iglesia chilena, entonces, otros obispos que eran candidatos para suceder a Ezzati, eran justamente los auxiliares de la capital, pero hoy están todos ellos designados en regiones, quedan pocas cartas. Alguien ha dicho que el obispo de Concepción, Fernando Chomalí, va quedando como posible sucesor de Ezzati en Santiago”, subrayó.
El también doctor en filosofía indicó que en el mediano plazo, el viraje de la Iglesia debe estar centrado en el mundo de los pobres, con una jerarquía horizontal y no vertical, con comunidades de bases potentes, con sacerdotes sin manchas y comprometidos con la gente que sufre.
“Basta de príncipes y bienvenidos los pastores” ha dicho el Papa Francisco, y para Álvaro Ramis, es lo que precisamente no hizo y no ha hecho la conferencia episcopal, que desde tiempos de Ángelo Sodano, mantiene un encadenamiento de poderes fácticos cercana a los poderosos y sectores conservadores del país.
Obispo Infanti rechaza encubrimientos de su parte
El obispo de Aysén, Luis Infanti, refutó, a través de un comunicado, las imputaciones en su contra referidas a encubrimiento de abusos sexuales ocurridos en el hogar de menores Villa San Luis, ciudad de Coyhaique.
La autoridad eclesiástica denunció manipulación de los hechos acontecidos en el centro de acogida, que cubrió a través de un reportaje el programa “Informe Especial” de Televisión Nacional.
Elizabeth Cerda, ex cuidadora del Hogar Villa San Luis, aseguró en el espacio periodístico que el año 2000, llegaron sacerdotes desde distintas partes a hacer fiestas que incluían abusos. Ella y dos fuentes más, aseguraron haber denunciado los hechos al obispo Infanti, sin que este tomara en cuenta los antecedentes.
La autoridad de la diócesis de Aysén, Luis Infanti, afirmó que entre 2005 y 2011 puso los antecedentes que conocía a disposición de la Fiscalía. Además, aseguró que luego de ese año no llegaron denuncias a través de un consejo especial creado para canalizar las acusaciones.
“Respecto a lo declarado por la señora Elizabeth Cerda, recuerdo haber hablado con ella a fines de 2001, en dicha ocasión expresó su molestia por haber sido desvinculada como cuidadora del hogar. No recibí de la señora las denuncias de abuso sexual al interior de la Obra Don Guanella a las que alude en el reportaje. De haber sido así hubiese tomado las medidas correspondientes, tal y como lo hice en 2005 cuando recibí la denuncia formal sobre estos hechos”, afirmó.
Luis Infanti agregó que en el reportaje se intentó dar espacio a réplica a otros obispos, sin embargo, en su caso no fue contactado, y que sus declaraciones en el programa ‘El Informante’ del 27 de mayo en TVN, fueron sacadas de contexto.
El caso y la declaración del Obispo de Aysén provocó inmediatas reacciones ciudadanas. Norma Cárcamo Levicoy, vocera del Colectivo de Mujeres Desnudando indicó que el prelado debe hacer gestos concretos, como el de renunciar a su cargo.
“Un primer paso en esta búsqueda de justicia es que el señor Luis Infanti de un paso al costado, porque lo que representa hoy es el silenciamiento de los hechos de abusos sexuales. Él dice no sabe dónde está la gente que provocó estos daños, efectivamente ya no están en Coyhaique, pero no existe ni existió ningún tipo de persecución y tampoco hay participación activa ante las denuncias. Él se ha dedicado todo el tiempo a decir que puede hacer algo, pero él, como representante de la Iglesia no tuvo el más mínimo ápice de tomar alguna acción sobre los hechos acontecidos en la Villa San Luis”, subrayó.
La vocera del Colectivo de Mujeres Desnudando de la ciudad de Coihaique, Norma Cárcamo, agregó que el obispo demostró su actuar negligente por el silencio con el que manejó las denuncias de abuso sexual contra curas en la región.
Lee aquí la Declaración Publica de Luis Infanti.