A tan solo semanas de la polémica que generó en el gobierno los dichos del senador sobre la ministra de Cultura, Alejandra Pérez, y de las críticas de la oposición acusando sequía legislativa, el parlamentario de Renovación Nacional analizó los principales desafíos de Chile Vamos, el panorama futuro del gobierno y la reciente ley aprobada en Israel donde se establecen como un estado nación judío.
Senador, durante la mañana vimos que el parlamento israelí aprobó una ley que los declara un estado exclusivamente judío. ¿Qué le parece esta legislación?
Es compleja la aprobación de esta ley que crea este estado nación, básicamente porque hoy día Israel es un estado plurinacional donde hay una fuerte presencia de palestinos, y donde también tenemos dificultades en el término de los límites del propio estado de Israel, y nosotros abogamos por el principio de la autodeterminación del pueblo palestino, el principio del derecho al retorno.
Claramente aquí la fijación de límites al estado de Israel es un tema que incluso ha copado la agenda de las Asamblea General y el Consejo de Naciones Unidas a través de múltiples resoluciones, por lo tanto, acá tenemos que hacer que impere el derecho internacional.
Yo diría que va por mal camino establecer una ley de estado nación, claramente no reconocer la diversidad que hoy día existe en esos territorios, muchos de ellos son territorios ocupados. En definitiva, reconocer una ley de estado nación de un estado que no tiene sus límites, que debieran ser los límites del 67 a lo menos, implica también una situación de tensión en la zona y que en definitiva va sobre calentar los ánimos
¿Le parece una ley de carácter discriminatorio?
Yo claramente creo que es una ley de carácter discriminatorio, una ley que, además, es una provocación y que va a generar más conflictos en la zona. Yo diría que aquí hay que hacer todo lo contrario, aquí se requiere avanzar en un estado plurinacional en el caso de Israel, donde se debiera reconocer la presencia de palestinos, e incluso hay parlamentarios de origen palestino en la Knéset israelí, y eso es un tema complejo porque ¿en qué condición quedan esos parlamentarios que son palestinos? y que hoy día son elegidos por el voto popular, y que integran ese parlamento.
En estos días hemos visto cómo se desarrolla una crisis en TVN ¿Es esta la demostración máxima de que el modelo de manejo del directorio donde se distribuye el poder del canal ya no funciona?
Tenemos una crisis en TVN, y es un hecho evidente. Por eso es necesario generar un proceso de transparencia desde el punto de vista de las condiciones en que hoy se encuentran los altos ejecutivos y editoriales, y también respecto de la conducción, y de que televisión pública queremos para Chile.
Me tocó a mi como presidente de la Comisión de Transportes y Telecomunicaciones sacar adelante la Ley de Televisión Digital, y le dimos dos señales a TVN justamente para que cumpliera un rol de transmitir o ser un instrumento para los contenidos locales, que eran fundamentales de poner en relieve. Hoy tenemos una dificultad porque no está claro que televisión pública queremos, y eso pasa también por una crisis en los medios. La televisión está en una crisis porque los instrumentos y canales para ver contenido audiovisual están cambiando, y porque otros medios como la radio tienen más credibilidad que la televisión. Este es un tema para llevarnos a un planteamiento de fondo sin sobre ideologización respecto de que televisión pública queremos para adelante.
Pero le parece que es el momento también de replantearse como de distribuye el directorio…
Es el momento de replantearse que televisión pública queremos para adelante y eso pasa por ver como se nombran los directores, cuál es el carácter de esos directores, cuáles deben ser las condiciones de los altos ejecutivos. Transparentar la información de los ingresos de un canal público sobre los rostros, todo eso se debe hacer por delante.
En otro tema, después de varios problemas vimos el desayuno de los senadores con el presidente Sebastián Piñera ¿Cómo están las relaciones dentro de Chile Vamos?
Los temas están completamente superados, estamos trabajando para que el sello que ha puesto el presidente Piñera de un gobierno convocante, que sea capaz de generar grandes acuerdos nacionales, sea la piedra angular de qué tipo de administración queremos para los próximos años. Estamos en el mejor momento de Chile Vamos en su historia, con el 43 por ciento de aprobación, y esto implica una responsabilidad de responder a la alta expectativa de los chilenos que nos eligieron, eligieron al gobierno y eligieron una contundente votación para nuestra coalición.
Hay que hacerse cargo de la inmoral distribución del ingreso en Chile, hay que hacerse cargo de temas que no están en la agenda y ponerlos en la agenda pública. Los 2000 chilenos que están en listas de espera, las 40 mil familias que viven en campamentos, los temas relacionados a una sociedad con miedo, de perder el trabajo, de ser asaltado, hay que terminar con esa cultura de los miedos. Hay que ser capaces de descentralizar el poder, y vamos a tener una tensión entre los centralizadores y descentralizadores del poder, creemos que hay que entregarle competencias y atribuciones a las regiones y comunas, y un cuarto elemento de atención va a ser de los que creemos que las políticas públicas deben estar al servicio de las personas.
Estamos en una coalición amplia que debe adecuarse a los nuevos tiempos, que debe responder al pacto social que fue resuelto en virtud de una elección presidencial y parlamentaria.
¿Cómo evalúa el panorama futuro del gobierno? Considerando ya los revés políticos que han tenido, como el rechazo a censura de la mesa de la Cámara o ayer el rechazo a los dos años de residencia para los beneficios sociales a inmigrantes.
Yo creo que hay que generar espacios para el diálogo con la oposición. El gobierno de Piñera es un gobierno de mayoría relativa, y requiere generar puntos de encuentro con la oposición. Entonces el llamado que hago es a terminar con la política de trinchera y generar puntos de encuentro y de acuerdo, y eso implica muchos más diálogos, muchos más espacios generales para generar acuerdos.
Yo espero ver a Sebastián Piñera como un segundo Aylwin, que sea capaz de liderar una segunda transición. El rol de Patricio Aylwin fue determinante, extraordinario desde el punto de vista político que le toco vivir. Un país que venía de un gobierno autoritario, y llevarlo a un gobierno plenamente democrático, con decisiones policías de abrir Chile al mundo, y recuperar la democracia. Y hoy vemos a un presidente, presidente Piñera, que debe hacer la segunda transición el paso de Chile a ser un país desarrollado, un desarrollo integral, sustantivo, sustentable, y que sea capaz de que el desarrollo alcance para todos. Que Chile sea una mesa que alcance para todos, y eso es parte de lo que tenemos pendiente y para eso se requiere diálogo y mi sector está dispuesto al diálogo.