El Poder Judicial peruano está sumido desde el 8 de julio en un escándalo de corrupcióntras la difusión de unos audios en los que jueces en puestos claves negociaban sentencias y traficaban influencias. Después de la publicación de estos audios por el portal de investigación IDL-Reporteros, el jefe de la Corte Suprema, Duberlí Rodríguez, se vio obligado a renunciar hace una semana. Lo mismo sucedió con Orlando Velásquez, el flamante jefe del Consejo de la Magistratura, órgano encargado de la designación de jueces y fiscales; y con el ministro de Justicia, Salvador Heresi, quien debía impulsar la reforma judicial de Vizcarra.

Ante este escenario de corrupción generalizada y solo cuatro meses después de haber asumido el poder, el presidente Vizcarra propuso la reforma constitucional del Consejo Nacional de la Magistratura, eliminando el sistema de representación en la elección de los consejeros y reemplazándolo por un concurso público de méritos. La propuesta de reforma judicial fue elaborada por  una comisión encabezada por el excanciller Allan Wagner y contempla la creación de una autoridad de control del Poder Judicial y la fiscalía.

Vizcarra anunció que para legitimar esta reforma se llevará a cabo un referéndum que se abirá hacia otros temas como el fin de la reelección de los congresistas, la transparencia de las fuentes de financiamiento privado de los partidos políticos y el regreso a la bicameralidad, eliminada en 1993 bajo el gobierno de Alberto Fujimori.

Viabilidad de la reforma anunciada por Vizcarra

Si bien la propuesta de la reforma judicial ha sido saludada por la mayoría de peruanos, existen dudas de que ésta pueda realizarse por completo teniendo en cuenta que la mayoría de congresistas peruanos pertenecen al partido de oposición liderado por Keiko Fujimori.

Vizcarra logrará esta ansiada reforma no con ayuda del parlamento sino con el apoyo de la ciudadanía, de las marchas, de las investigaciones periodísticas, fue lo que dijo en declaraciones a RFI el expresidente del Consejo de Ministros durante el gobierno de Ollanta Humala, Pablo Cateriano.

La estrategia de Vizcarra de llamar a un referéndum y consultar a la ciudadanía sobre los temas propuestos  se orienta en ese sentido: aún con un Congreso en contra, si los ciudadanos hacen sentir su descontento, el Congreso no podría desoírlos.

Durante su discurso, y en medio de una mayoría fujimorista, Vizcarra no dudo en comparar el escándalo de los audios con el de “la salita del SIN”, un caso de corrupción enorme que involucró a congresistas fujimoristas y que terminó con la renuncia por fax del exmandatario Alberto Fujimori.

Además en un hecho inédito hasta ahora, el presidente Vizcarra destacó el trabajo de los periodistas de investigación y recordó que su labor está amparada por la ley:  “si no se hubieran revelado los audios, todo continuaría igual”.