Ministerio de las Culturas: Sale Mauricio Rojas, entra Consuelo Valdés

Cuatro días después de asumir el cargo, el ex jefe de contenidos del Gobierno tuvo que abandonarlo debido a las fuertes críticas que despertaron sus palabras sobre el Museo de la Memoria, al que calificó como "un montaje". El Presidente Sebastián Piñera anunció como su sucesora a la directora del Museo Interactivo Mirador, prima del ministro Andrés Chadwick.

Cuatro días después de asumir el cargo, el ex jefe de contenidos del Gobierno tuvo que abandonarlo debido a las fuertes críticas que despertaron sus palabras sobre el Museo de la Memoria, al que calificó como "un montaje". El Presidente Sebastián Piñera anunció como su sucesora a la directora del Museo Interactivo Mirador, prima del ministro Andrés Chadwick.

El ministro de las Culturas, Mauricio Rojas, presentó este lunes su renuncia, luego de la controversia que provocaron sus declaraciones sobre el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos.

El escritor y ex jefe de contenidos del Gobierno había asumido el cargo en la tarde del pasado jueves, por lo que alcanzó a ocuparlo menos de cuatro días.

El pasado sábado, un artículo del diario La Tercera recordó los cuestionamientos que Rojas hizo al Museo de la Memoria en uno de sus libros Diálogo de conversos, escrito junto al actual canciller, Roberto Ampuero. “Se trata de un montaje cuyo propósito, que sin duda logra, es impactar al espectador, dejarlo atónito, impedirle razonar”, consideró Rojas, según se lee en un pasaje. “Es un uso desvergonzado y mentiroso de una tragedia nacional que a tantos nos tocó tan dura y directamente”, señala ahí.

En una entrevista posterior, Rojas consideraba que el museo “es una forma de crearte un verdadero trauma (…) es un museo de la izquierda, para contar una versión falsa de la historia de Chile, porque oculta esa parte importante: cómo llegamos a odiarnos de tal manera”.

Sus palabras provocaron duras críticas desde diferentes sectores políticos y del mundo cultural, además de varios pedidos de dimisión. Ante esto, Rojas respondió a través de Twitter que sus declaraciones “provienen de una entrevista antigua que no refleja mi pensamiento actual” y aseguró que “nunca he minimizado ni justificado las inaceptables, sistemáticas y gravísimas violaciones de los Derechos Humanos ocurridas en Chile”.

La controversia, sin embargo, no decayó. Para el domingo se esperaba que el ministro participara de una conferencia de prensa en que se anunciaría un concierto gratuito por los 55 años del grupo Los Jaivas, la que fue suspendida. Al mismo tiempo, escritores, músicos y artistas de diversos ámbitos llamaron a no participar de ninguna actividad en la que estuviera involucrado.

El escritor había asumido un ministerio que también vivió dificultades durante los cinco meses en que Alejandra Pérez estuvo a cargo. Además de los problemas para la implementación de la nueva institucionalidad, la ex secretaria de Estado recibió cuestionamientos por algunas de sus intervenciones mediáticas. También enfrentó una controversia relacionada con los DD.HH., cuando en mayo le pidió la renuncia al director del Museo Histórico Nacional, Pablo Andrade, debido a la inclusión de Augusto Pinochet en una exposición titulada Hijos de la libertad.

Consuelo Valdés, nueva ministra de cultura

Pasado el mediodía de este lunes, el Presidente Sebastián Piñera confirmó la renuncia de Rojas y anunció como su sucesora a Consuelo Valdés Chadwick, quien hasta hoy se desempeñaba como directora ejecutiva del Museo Interactivo Mirador (MIM).

Arqueóloga de profesión y con estudios de posgrado en antropología en Estados Unidos, la nueva titular de las Culturas también ha trabajado en el Consejo Nacional de Televisión (CNTV) y el Museo Artequín, entre otras instituciones. Además, es prima del actual ministro del Interior, Andrés Chadwick, quien a su vez también es primo del jefe de Estado.

Durante su intervención, en la que no aceptó preguntas de la prensa, Piñera dijo que el Gobierno no comparte las declaraciones del ahora ex ministro y recalcó que que las violaciones a los DD.HH. son injustificables “en cualquier tiempo y en cualquier lugar”.

Aunque destacó la labor del museo, al preservar la memoria de “un periodo muy oscuro de nuestro país”, cuestionó “la intención de cierto sector de nuestro país, que pretende imponer una verdad única y que no tiene ninguna tolerancia ni respeto por la libertad de expresión”.

“La derecha salió a respaldarlo”

Conocida la dimisión de Mauricio Rojas, de inmediato hubo reacciones. El diputado Gabriel Boric manifestó que “más allá del ministro, me preocupa que después de conocidas sus afirmaciones, la mayoría de la derecha salió a respaldarlo”.

“El problema no es solo él, que evidentemente estaba inhabilitado para asumir una responsabilidad de estas características, sino que hay un sector de la sociedad que todavía cree que los DD.HH. necesitan contexto para ser respetados. En eso, la UDI y RN, están cuadraditos”.

El poeta Raúl Zurita, uno de los primeros en criticar las declaraciones de Rojas, señaló que el problema “es mucho más profundo que las barbaridades que ha dicho una persona, sino lo que representa el solo hecho de que lo hayan nombrado. Eso está hablando de un menosprecio por la vida, por el pueblo, que involucra a todos, partiendo por el Presidente”.

Según el Premio Nacional de Literatura, la designación en el ministerio de las Culturas fue “una señal política atroz de que no le importa la historia, lo que Chile sufrió, lo que miles de personas sufrieron, los deudos que siguen preguntando por los suyos. Es una señal espantosa, de una crueldad infinita”.

En tanto, el director ejecutivo de la Fundación Víctor Jara, Cristián Galaz, consideró que “la situación era insostenible, estaba preso de sus palabras y sus propias convicciones”.

Tenía que salir de alguna forma: o renunciaba o lo iban a echar o nosotros lo íbamos a botar. Yo tengo la sensación de que nosotros lo botamos, que se vio obligado a renunciar y muy bien hecho está, porque hay algo que no podemos permitir que se toque, que es la memoria”, añadió.

Por su parte, la actriz Esperanza Silva señaló que “esto responde a la poca importancia que se le da a la cultura en este tipo de gobierno”.

“Primero, al poner a una persona que no estaba a la altura de lo que había que hacer, que es instalar un ministerio. En segundo lugar, al poner a una persona que tiene un currículum bastante dudoso. El comentario sobre el Museo de la Memoria no lo puede hacer nadie hoy”, sostuvo la ex dirigenta de los actores.





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