La primera de 135 mil reuniones en toda Cuba para ratificar los cambios a la Constitución tuvo lugar este lunes en la casa natal de Fidel Castro en el pueblo oriental del Birán, donde el líder guerrillero nació un 13 de agosto de hace 92 años.

Desde ahora hasta el 15 de noviembre se registrarán los encuentros donde serán debatidos los cambios aprobados por el Parlamento en el mes de julio y que tienen como objetivo adecuar a la Carta Fundamental a los tiempos que corren.

En conversación con Radio Habana Internacional, Eduardo Torres Cuevas, parlamentario e historiador cubano, puntualiza que este proceso permitirá la modernización del documento.

“En primer lugar, es el ejercicio fundamental para cualquier reforma constitucional. Estamos hablando de la norma principal de la República de la cual emanan todas las demás leyes”, explicó el también director de la Biblioteca Nacional José Martí.

Torres plantea además que “este momento significa que hemos llegado a un nivel de maduración, de análisis, que son únicos” por lo que pide “que todo el mundo participe. Cada idea puede ser importante. Cada idea puede ayudar a que la Constitución sea mejor. Porque la Constitución tiene que ser como norma suprema el reflejo de una realidad y al mismo tiempo la norma por la cual se rige toda esa realidad humana, social, económica, política”.

En el encuentro de Birán, el pueblo natal de Fidel Castro, hubo un extenso debate donde además se dispuso del acompañamiento de juristas locales para ayudar en la comprensión de conceptos y el desarrollo de ideas planteadas en la reforma aprobada hace algunas semanas en el Parlamento cubano.

Lázaro Castro, director del Conjunto Histórico que comprende la casa donde nació el dirigente cubano en 1926, se refirió a uno de los aspectos que aborda el proceso de cambios a la Carta Magna, donde se reconoce la propiedad mixta y privada que si bien estaba en práctica en la isla desde hace algunos años, ahora se viene a incorporar al articulado, lo que fue calificado como un paso importante en esta materia.

El historiador recalcó especialmente el artículo 27 del documento, donde se expresa que es el Estado el que dirige, regula y controla la actividad económica nacional. “¡Alto ahí!”, exclamó el especialista. “Esta idea es vital porque tiene un trasfondo político, porque en países en los que el Estado desregulariza la economía calan profundamente las políticas neoliberales. En Cuba, la Empresa Estatal Socialista tiene que subordinarse a los intereses del Estado, que ha de preservar a su vez conquistas sociales y laborales de todos los cubanos”, sostuvo.

En el proceso no sólo podrán participar los cubanos en reuniones en el propio territorio de la isla, sino también quienes lo hagan desde las plataformas virtuales dispuestas para ello y también los que residan en el exterior.