A sólo días de llegar la presidencia de Colombia, el gobierno de Iván Duque anunció oficialmente su retiro de la Unión de Naciones del Sur, Unasur. El argumento entregado por la cancillería de ese país se basó en la situación que atraviesa Venezuela al calificar a la administración de Nicolás Maduro como “una dictadura oprobiosa”.
La oposición colombiana calificó la decisión como un intento por debilitar la integración latinoamericana y el planteamiento como una excusa ya que la instancia multilateral aborda diversas materias y ha servido para mantener a América Latina como una zona de paz. A esta salida se debe agregar el congelamiento de la participación de Argentina, Chile, Brasil, Perú y Paraguay anunciado en abril de este año cuando la presidencia pro tempore del organismo la asumió Bolivia.
En conversación con Diario y Radio Universidad de Chile, el analista internacional Pedro Brieger hace un repaso a la constitución de la instancia que se remonta al año 2000 cuando el entonces Presidente de Brasil, Fernando Enrique Cardoso, convocó a la primera cumbre de presidentes de América del Sur para unificar a la región ante los acuerdos comerciales y los bloques de países, como el acuerdo de libre comercio entre Canadá, Estados Unidos y México o la Unión Europea.
Este primer paso luego se concretó en la Unasur ocho años después.
“La Unasur cuando se crea se da en un contexto político muy diferente a nivel regional: ya no está Fernando Enrique Cardoso, ya está Lula da Silva, un Hugo Chávez ya muy fortalecido después del golpe de Estado que trató de derrocarlo en el año 2002, Evo Morales, Néstor Kirchner, hay otro contexto regional que le da mucha fuerza a la creación de Unasur. Las derechas latinoamericanas -en el más amplio sentido de la palabra-, no estuvieron de acuerdo con la creación de Unasur, no tienen un proyecto regional y lo que pensaban era que había que esperar a que cambiara la relación de fuerzas como para poder debilitar o incluso tratar de matar este organismo regional que es lo que vemos ahora”, sostiene el analista argentino.
Pero el avance de Unasur y su acción con el liderazgo de Hugo Chávez y otros mandatarios sudamericanos, llevó a los gobiernos de derecha de la región a constituir la Alianza del Pacífico que, como precisa Brieger, nunca ha planteado un proyecto de integración.
“La Alianza del Pacífico nació como un bloque de algunos países de la derecha latinoamericana para tratar de contrarrestar la influencia de Unasur con un ropaje supuestamente aideológico y economicista. Dijeron que iban a construir un nuevo organismo multilateral pensando en el Pacífico y fuera de la política, en un claro mensaje a lo que era la Unasur. Chile, Perú, Colombia y México forman la Alianza del Pacífico, pero sin ningún proyecto de integración regional. No es un proyecto que contempla un mayor crecimiento de las exportaciones-importaciones dentro de este bloque. El bloque nunca se constituye como tal, por eso nace básicamente para enfrentarse a Unasur. Lo dicen claramente los documentos de fundación de la Alianza del Pacífico y por eso nunca ofreció nada concreto”, indica el especialista.
Hoy día la Alianza del Pacífico lo que busca es tener mayor interacción comercial con los Estados Unidos además de generar acuerdos comerciales, pero no para trabajar en la integración, subraya Brieger.
Por eso, para el analista “el debilitamiento de Unasur afecta a Venezuela y Bolivia, en primer lugar a Venezuela. No hubo una condena de Unasur al atentado en contra del Presidente Nicolás Maduro. Es más, se sigue hablando de incidente, de hecho, de evento. La cancillería chilena está más preocupada porque el Gobierno de Venezuela reprima a los que organizaron el atentado que aquellos que organizaron el atentado. Esto no pasaba en otros momentos. Uno puede recordar el momento de desestabilización del Gobierno de Evo Morales cuando la Presidenta Michelle Bachelet y la Presidenta Cristina Fernández inmediatamente convocaron a Unasur para respaldar a Evo Morales. Del debilitamiento, por supuesto que fortalece a las derechas regionales debilita a los gobiernos progresistas”.
El escenario se complejiza para estas dos últimas naciones cuando además los intentos desestabilizadores son abiertos como en el caso de Venezuela, mientras por estos días el jefe del Pentágono, el general en retiro y veterano de Irak James Mattis, realiza una gira por Brasil, Argentina y Chile.