“Incentivar el acceso a la vivienda”, esa fue la premisa que entregó el presidente Sebastián Piñera al anunciar la aplicación de la reforma tributaria al área habitacional, sin embargo, el valor de las viviendas a las que da acceso la modificación está lejos de ser el precio que pueden pagar la mayoría de los chilenos.
Según un estudio de la Fundación Sol, el 50,6 por ciento de los trabajadores ganan 380 mil pesos o menos, mientras que solo el 15, 3 por ciento gana más de 850 mil. En ese contexto acceder a las viviendas que se incluyen en este nuevo beneficio es bastante difícil, pues los precios fluctúan entre los 60 y 120 millones de pesos.
Andrés Solimano, economista y Presidente del Centro Internacional de Globalización y Desarrollo, comentó este proyecto y señaló que el valor pone en duda el real sector al que apunta el beneficio.
“Si tenemos 2000 y 4000 UF de costo, las empresas constructoras pueden remarcar el 70 u 80 por ciento del costo, entonces una vivienda puede salir en 6.000 o 7.000 UF, y eso ya no es clase media, es una parte, pero no hablamos de vivienda barata, es para un segmento acomodado, no popular”, explicó.
Además, el economista dijo que detrás de este tipo de reformas hay presiones de diferentes instituciones, como por ejemplo, la Cámara Chilena de la Construcción, pues el más beneficiado con la modificación es precisamente el negocio inmobiliario.
Si bien indicó que existe la posibilidad de que más gente acceda a la compra de mejores viviendas con el beneficio, la principal ganancia se la seguirá llevando el mercado inmobiliario al ser el productor del bien que recibe este descuento.
En la misma línea, el académico de la Facultad de Arquitectura y Urbanismo de la Universidad de Chile, Ernesto López, comentó que la medida solo fomentará que se incrementen las inversiones inmobiliarias, es decir, aumentarán las compras de bienes raíces, pero solo por el ingreso de empresarios.
“Habrá más incentivo para que haya compra especulativa y eso va ser presión de demanda y hará subir los precios. Desde esa perspectiva no es una reforma que vaya a beneficiar a la clase media, como dice el presidente, si no que va beneficiar a aquellos que esperan esto con muchas ansias para comprar”, señaló López.
Además, el experto en planificación urbana comentó que, por el contrario de lo que se ha discutido, el precio de las viviendas aumentará tras este anuncio, hecho provocado por la falsa demanda que generan los inversionistas, los que corresponden a la élite económica del país. Aclaró que quienes tienen una real necesidad de casa propia no están hoy participando del mercado, ya que los altos precios que se ofrecen no lo permiten.
El arquitecto destacó que la reforma generará más empleo y mejorará la economía en lo que refiere a construcción y bienes raíces, pero aclaró que con esto “se desviste un santo para vestir otro”. Agregó que las iniciativas de vivienda deben cumplir con estos objetivos, pero también dar opciones de compra a quienes realmente lo necesitan, que son quienes hoy viven de allegados o en campamentos, personas que están lejos de poder acceder a bienes de 2.000 UF.
De efectuarse el alza de valores, también se generará una mayor demanda de créditos hipotecarios, pues esta es una de las formas más comunes de financiar la compra de una vivienda, y por ende también se aumentará el costo a largo plazo. Es decir, a mayor costo de la vivienda, se dará mayor valor a los créditos y sus intereses, dando pie a un alza en las cuotas que durante los siguientes 15, 20 0 25 años deben pagar los chilenos para cancelar su casa propia.
El arquitecto del Instituto de la Vivienda de la Universidad de Chile, Ricardo Tapia, indicó que las políticas del gobierno están apuntando en la dirección equivocada, pues los beneficios deben enfocarse en los sectores más pobres y vulnerables.
“Un subsidio a la clase media es destinar recursos a sectores que no son los más afectados, y uno podría suponer que la entrega del beneficio tiene otro objetivo del tipo económico, que sería darle más movimiento al sector inmobiliario ,que se ha demostrado, mueve bastante la economía del país”, comentó.
En ese sentido, el académico señaló que se debe evaluar el nivel de gasto en este tipo de reformas, ya que existen muchas demandas sociales con las que el Estado debe cumplir y, hasta ahora, pareciera ser que este proyecto no apunta a responder las necesidades de quienes más necesitan una solución habitacional.