La Fiscalía sueca solicitó una pena mínima de tres años de prisión para Jean-Claude Arnault, juzgado por dos violaciones, en el marco de uno de los primeros juicios importantes desde la creación del movimiento #MeToo.
“Solicité su detención provisional a la espera del veredicto, porque existe el riesgo de que se fugue al extranjero”, explicó la fiscal Christina Voigt luego de la audiencia en Estocolmo.
Arnault, casado con una miembro de la Academia Sueca, mantenía vínculos muy estrechos con esta institución que otorga desde 1901 varios premios Nobel, entre ellos el de Literatura.
En noviembre de 2017, el diario Dagens Nyheter publicó el testimonio de 18 mujeres que acusaban a Arnault de acoso sexual, lo que significó un quiebre en la Academia Sueca.
El escándalo estalló un mes después de las revelaciones sobre violaciones y otras agresiones sexuales imputadas al productor de cine estadounidense Harvey Weinstein.
El francés ha rechazado las acusaciones a través de su abogado, Björn Hurtig.
De 72 años, el acusado era el director artístico de Forum, un club muy selecto que había creado en 1989, donde alternaban editores, escritores, dramaturgos y músicos prominentes, pero también mujeres jóvenes.
Jean-Claude Arnault nació en 1946 en Marsella (sur de Francia). Hijo de refugiados rusos, habría llegado a Suecia a fines de los años 1960 para estudiar fotografía.
También afirmaba haber estado en las barricadas de Mayo del 68 en París.
Arnault se vanagloriaba de ser el “19º miembro” de la Academia. Según testigos, anunciaba el nombre de los futuros laureados a sus amigos.
Desacreditada y privada del quórum mínimo para poder funcionar, la Academia Sueca estuvo obligada a posponer para 2019 el anuncio del Nobel de Literatura 2018.
Denuncias archivadas o prescriptas
Diferentes denuncias contra el francés fueron archivadas por falta de pruebas o por prescripción, pero la Fiscalía considera que dispone de elementos suficientes sobre un caso que data de 2011.
El 5 de octubre de ese año, en un apartamento de Estocolmo, Arnault obligó a su víctima a mantener relaciones sexuales. Ésta, una joven mujer, se encontraba en un estado de “miedo intenso”, según el acta de acusación consultada por la AFP.
Varias presuntas víctimas del acusado critican a la Academia Sueca por sus estrechos vínculos con el francés, quien recibió generosas subvenciones para el funcionamiento de su club Forum.
Las denunciantes sostienen que la Academia conocía el comportamiento de Arnaud, pero la influyente institución imponía una “cultura del silencio” en los círculos culturales de la capital sueca.
Como consecuencia de estas revelaciones, varios académicos han renunciado a sus cargos, en tanto una investigación interna ha echado luz sobre los conflictos de intereses y actos de agresión o acoso sufridos por académicas o personas de su entorno.
La Fiscalía sueca solicitó una pena mínima de tres años de prisión para Jean-Claude Arnault, juzgado por dos violaciones, en el marco de uno de los primeros juicios importantes desde la creación del movimiento #MeToo.
“Solicité su detención provisional a la espera del veredicto, porque existe el riesgo de que se fugue al extranjero”, explicó la fiscal Christina Voigt luego de la audiencia en Estocolmo.
Arnault, casado con una miembro de la Academia Sueca, mantenía vínculos muy estrechos con esta institución que otorga desde 1901 varios premios Nobel, entre ellos el de Literatura.
En noviembre de 2017, el diario Dagens Nyheter publicó el testimonio de 18 mujeres que acusaban a Arnault de acoso sexual, lo que significó un quiebre en la Academia Sueca.
El escándalo estalló un mes después de las revelaciones sobre violaciones y otras agresiones sexuales imputadas al productor de cine estadounidense Harvey Weinstein.
El francés ha rechazado las acusaciones a través de su abogado, Björn Hurtig.
De 72 años, el acusado era el director artístico de Forum, un club muy selecto que había creado en 1989, donde alternaban editores, escritores, dramaturgos y músicos prominentes, pero también mujeres jóvenes.
Jean-Claude Arnault nació en 1946 en Marsella (sur de Francia). Hijo de refugiados rusos, habría llegado a Suecia a fines de los años 1960 para estudiar fotografía.
También afirmaba haber estado en las barricadas de Mayo del 68 en París.
Arnault se vanagloriaba de ser el “19º miembro” de la Academia. Según testigos, anunciaba el nombre de los futuros laureados a sus amigos.
Desacreditada y privada del quórum mínimo para poder funcionar, la Academia Sueca estuvo obligada a posponer para 2019 el anuncio del Nobel de Literatura 2018.
Denuncias archivadas o prescriptas
Diferentes denuncias contra el francés fueron archivadas por falta de pruebas o por prescripción, pero la Fiscalía considera que dispone de elementos suficientes sobre un caso que data de 2011.
El 5 de octubre de ese año, en un apartamento de Estocolmo, Arnault obligó a su víctima a mantener relaciones sexuales. Ésta, una joven mujer, se encontraba en un estado de “miedo intenso”, según el acta de acusación consultada por la AFP.
Varias presuntas víctimas del acusado critican a la Academia Sueca por sus estrechos vínculos con el francés, quien recibió generosas subvenciones para el funcionamiento de su club Forum.
Las denunciantes sostienen que la Academia conocía el comportamiento de Arnaud, pero la influyente institución imponía una “cultura del silencio” en los círculos culturales de la capital sueca.
Como consecuencia de estas revelaciones, varios académicos han renunciado a sus cargos, en tanto una investigación interna ha echado luz sobre los conflictos de intereses y actos de agresión o acoso sufridos por académicas o personas de su entorno.
La Fiscalía sueca solicitó una pena mínima de tres años de prisión para Jean-Claude Arnault, juzgado por dos violaciones, en el marco de uno de los primeros juicios importantes desde la creación del movimiento #MeToo.
“Solicité su detención provisional a la espera del veredicto, porque existe el riesgo de que se fugue al extranjero”, explicó la fiscal Christina Voigt luego de la audiencia en Estocolmo.
Arnault, casado con una miembro de la Academia Sueca, mantenía vínculos muy estrechos con esta institución que otorga desde 1901 varios premios Nobel, entre ellos el de Literatura.
En noviembre de 2017, el diario Dagens Nyheter publicó el testimonio de 18 mujeres que acusaban a Arnault de acoso sexual, lo que significó un quiebre en la Academia Sueca.
El escándalo estalló un mes después de las revelaciones sobre violaciones y otras agresiones sexuales imputadas al productor de cine estadounidense Harvey Weinstein.
El francés ha rechazado las acusaciones a través de su abogado, Björn Hurtig.
De 72 años, el acusado era el director artístico de Forum, un club muy selecto que había creado en 1989, donde alternaban editores, escritores, dramaturgos y músicos prominentes, pero también mujeres jóvenes.
Jean-Claude Arnault nació en 1946 en Marsella (sur de Francia). Hijo de refugiados rusos, habría llegado a Suecia a fines de los años 1960 para estudiar fotografía.
También afirmaba haber estado en las barricadas de Mayo del 68 en París.
Arnault se vanagloriaba de ser el “19º miembro” de la Academia. Según testigos, anunciaba el nombre de los futuros laureados a sus amigos.
Desacreditada y privada del quórum mínimo para poder funcionar, la Academia Sueca estuvo obligada a posponer para 2019 el anuncio del Nobel de Literatura 2018.
Denuncias archivadas o prescriptas
Diferentes denuncias contra el francés fueron archivadas por falta de pruebas o por prescripción, pero la Fiscalía considera que dispone de elementos suficientes sobre un caso que data de 2011.
El 5 de octubre de ese año, en un apartamento de Estocolmo, Arnault obligó a su víctima a mantener relaciones sexuales. Ésta, una joven mujer, se encontraba en un estado de “miedo intenso”, según el acta de acusación consultada por la AFP.
Varias presuntas víctimas del acusado critican a la Academia Sueca por sus estrechos vínculos con el francés, quien recibió generosas subvenciones para el funcionamiento de su club Forum.
Las denunciantes sostienen que la Academia conocía el comportamiento de Arnaud, pero la influyente institución imponía una “cultura del silencio” en los círculos culturales de la capital sueca.
Como consecuencia de estas revelaciones, varios académicos han renunciado a sus cargos, en tanto una investigación interna ha echado luz sobre los conflictos de intereses y actos de agresión o acoso sufridos por académicas o personas de su entorno.
