El Frente Amplio es una coalición en constante movimiento. Desde su fundación, hace casi dos años, no ha detenido el tranco. Primero fue su congreso fundacional, luego la campaña presidencial de Beatriz Sánchez; en paralelo se desarrollaban cientos de campañas parlamentarias y hoy, con 20 diputados, un senador y una candidatura presidencial que sobrepasó las expectativas, las fuerzas comienzan a reordenarse.
Es así como, para reconfigurar el mapa que hoy en día está desequilibrado en favor de Revolución Democrática (partido legal, con decenas de miles de militantes y mayoría abrumadora de representación parlamentaria), diversas fuerzas han intentado plantear procesos de convergencia que ayuden a ejercer un contrapeso.
Es el caso de Movimiento Autonomista que, junto con Izquierda Libertaria, SOL y Nueva Democracia, iniciarán en octubre de este año un proceso de convergencia que los lleve a la conformación de un partido legal para comienzos del próximo año.
Pero la noticia de este jueves es otra. El partido Poder Ciudadano (legal en siete regiones de Chile), de la diputada Claudia Mix; y el movimiento Izquierda Autónoma, de la parlamentaria Camila Rojas, han oficializado su intención de confluir en un solo partido. En ese contexto, nuestro medio dialogó con Karina Oliva, presidenta de Poder, para esclarecer los objetivos y los diferentes factores que terminaron incidiendo para la concreción de este proyecto.
“Junto a Izquierda Autónoma (IA), tenemos la voluntad y ya estamos en la recta final de un proceso de confluencia. Conformaremos entre ambas organizaciones un solo partido. Tenemos a disposición nuestra legalidad como partido para este proceso y eso quiere decir que es un nuevo referente. Nosotros lo hemos llamado un proceso para convocar a la ciudadanía a esta “Casa de Izquierda”. Nuestra intención es convocar a la ciudadanía a una perspectiva del siglo XXI para las izquierdas. Que no tengan miedo de mirar más allá de lo que pasó en el siglo XX y que tengamos la posibilidad de construir una alternativa transformadora y que le dé conducción y contenido político desde el Frente Amplio”.
Sobre las similitudes que llevaron a estas dos fuerzas a organizarse para llegar a acuerdos, Oliva señaló que, si bien existen diferencias entre las dos plataformas, la diversidad trae beneficios: “Más allá de nuestras diferencias históricas, de identidades, de origen, lo importante ha sido cómo nos hemos complementado. Hemos hecho una virtud de estas diferencias, que en definitiva confluyen en objetivos comunes. Construir una alternativa que sea capaz de admirar las diferencias sin odiosidades ni competencia, sino más bien de complementación. Eso tiene que ver con mirar con madurez política los desafíos que tenemos. Tanto Poder como IA no quieren hacer política para sí mismo, queremos hacer una política para el país. No solo par aun sector político, no solo para la izquierda”.
La cientista política es clara en señalar que el proceso se encuentra en un “punto sin retorno”. Esto, gracias al extenso periodo de conversaciones y negociaciones que han desarrollado ambas orgánicas: “Venimos conversando desde febrero con IA. Empezamos a trabajar para ver si en verdad podíamos hacerlo. Si podíamos abordar y resolver nuestras diferencias. Nos dimos cuenta de que las diferencias son menores, tenemos un diagnóstico de cómo queremos que el FA se despliegue para el próximo periodo. Queremos que el partido crezca, que sea un partido grande”.
Para nadie es un misterio que el Frente Amplio vive tiempos convulsionados. Con diferencias en torno al debate de derechos humanos y política internacional no han sabido pulir sus diferencias a la interna y eso ha quedado en evidencia para la ciudadanía. Oliva lo entiende como un proceso natural dentro de una coalición naciente: “Creo que el FA está pasando por el proceso propio de una coalición grande y diversa, de pasar de ser una coalición electoral a ser una coalición política. Eso genera tensiones. El FA tiene capacidad de resolver sus diferencias. Tiene en común una base mínima, el Programa de Muchos, y nosotros creemos que es necesario que comience a dar la disputa política de un proyecto político. El proyecto político del FA es completamente distinto al que tiene el Presidente Sebastián Piñera. Tenemos que demostrarlo. No solo resistir, sino que también mostrar propuestas concretas”.