Este lunes, el francés Jean-Claude Arnault, casado con una de las integrantes de la academia sueca, fue condenado a dos años de prisión por el delito de violación de una mujer. La noticia fue conocida a media hora de que la institución otorgara el Primer Premio Nobel de 2018.
La tormenta que sacude actualmente a la Academia Sueca, que entrega el Nobel de Literatura desde 1901, llegó cuando 18 mujeres acusaron de violación o agresiones sexuales a Arnault, unas semanas después de las denuncias contra el productor de cine estadounidense Harvey Weinstein, que originaron el movimiento #MeToo.
Arnault es sospechoso de haber acosado a académicas, mujeres e hijas de miembros de la Academia.
Los desacuerdos en el seno de la Academia sobre cómo gestionar esta crisis generaron tensiones entre sus 18 miembros y desembocaron en la renuncia de varios de ellos, entre éstos la secretaria permanente Sara Danius.
Con apenas 10 miembros en activo, ya no se cumplen los estatutos que exigen la presencia de al menos 12 de ellos para funcionar.
Por ello, la Academia anunció en mayo pasado que la atribución del Premio de Literatura 2018, el más prestigioso y mejor remunerado de todos los Nobel, sería aplazado.
Se hará público al mismo tiempo que el Nobel de Literatura 2019, dentro de un año.
Institución polvorienta
Paralizada y objeto de burlas en el mundo entero, la Academia de los Nobel sufre además por su imagen. Según los críticos, el organismo se encuentra alejado de la realidad, ya que sus miembros, vitalicios, alcanzan edades avanzadas.
Mientras tanto, varias personalidades suecas lanzaron para este año 2018 un Nobel de Literatura alternativo que busca alejarse de una institución que, consideran, se volvió el reflejo de un viejo mundo lastrado por “los privilegios, los conflictos de interés, la arrogancia y el sexismo”. Este premio alternativo se entregará el próximo 12 de octubre.