En 2017, la artista nacional Paz Errázuriz recibió uno de los galardones más relevantes en el campo de la fotografía: se trató del II Premio de Fotografía que otorga la revista francesa Madame Fígaro.
A partir de ello, la galardonada inició un proyecto que posteriormente sería publicado por la revista, que, por su parte, le hizo una propuesta: viajar a Francia para realizar allí las sesiones fotográficas que necesariamente tenían que estar relacionadas con la moda, es decir, un campo hasta entonces inexplorado por la artista.
No obstante, la respuesta de Errázuriz fue sorpresiva: ella realizaría el proyecto, pero en su país y con su gente, en otras palabras, con aquella disidencia sexual que se autodenominaba como binaria.
Así surgió la exposición Ropa americana que recoge parte de ese proyecto. Esta exhibición, que será inaugurada el próximo 9 de noviembre en el Museo de Arte Contemporáneo, contempla 28 imágenes que corresponden a un trabajo inédito de la artista.
En esta oportunidad, la muestra fue curada por el activista Jorge Díaz y el Colectivo Malvestidas, compuesto por las diseñadoras Tamara Poblete y Loreto Martínez.
“Esta es una serie de fotografías donde están retratados jóvenes que no se identifican con géneros binarios, que no se identifican con el ser hombre o el ser mujer. Ellos poseen una sensibilidad más andrógena o, como se autodenominan, pertenecen a géneros fluidos”, explica Tamara Poblete, miembro del Colectivo Malvestidas.
“Lo importante es que muchos de ellos son diseñadores que crearon sus propias prendas de vestir. Ellos a partir de ese diseñar construyeron su propia identidad de género y sexual, es decir, ellos utilizan la vestimenta como dispositivo político y performativo para construir su identidad”, añade.
La muestra está dividida en tres ejes: “Accesorios”, “Calle” y “Géneros fluidos”. A partir de ellos, Paz Errázuriz va colocando en diálogo el tema de la moda y la búsqueda de identidad.
“En el primer eje, Paz Errázuriz dio como un giro y desobedeció a esta noción convencional del accesorio. En la parte que tiene que ver con la calle se muestra el Santiago que por lo general le interesa a Paz, que son lugares de acceso más restringido como el cementerio y los manicomios. Por último, aparecen los chicos que, al verlos, uno no podría clasificarlos dentro de una categoría de hombre y mujer”, comenta Poblete.
Para Jorge Díaz, esta exhibición es relevante toda vez que exhibe una nueva generación de disidentes sexuales. “Ya no están los travestis o los prostitutos. Ya no está el conflicto con el sida. Más bien muestra un contexto que denominaría como post travestismo, porque las personas ya no se ajustan a las dos categorías de los femenino y masculino”, advierte.
A su vez, el activista valoró que desde el arte se planteen este tipo de temas: “Lo que hace este tipo de exposiciones y este tipo de trabajo es darnos un vocabulario nuevo para manifestar nuevas formas de existencia”.
“El mundo no se divide solo en hombres y mujeres, en homosexuales o heterosexuales, sino que la sexualidad es un ámbito de la vida pública y cotidiana que es mucho más compleja de lo que la gente cree y ahí está la potencia que tiene siempre el arte. Finalmente, lo que hace esto es desorganizar la mirada heterosexual que tenemos de un mundo de solo hombres y mujeres y eso nos permite imaginar y habitar otro tipo de vidas”, añade.
La muestra podrá visitarse de martes a domingo y hasta el 20 de enero de 2019 en la sede de Quinta Normal del Museo de Arte Contemporáneo. La entrada es gratuita.
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