Jaime Azócar y Patricio Achurra son dos íconos de las teleseries de los años 70 y los 80 y, aunque dejaron las teleseries, hace décadas que en el caso de Azócar, han seguido plenamente vigentes en el teatro. Por primera vez juntos crearon la comedia Éramos tan amigos que ha extendido indefinidamente su temporada en la Sala La Comedia del Teatro Ictus (Merced 349, Barrio Lastarria).

Se trata de una comedia sarcástica que aborda la historia de un grupo de amigos universitarios que se unieron para luchar contra la dictadura e intentaron ser protagonistas de la democracia. Hasta que uno de ellos (Azócar) se arranca con los 30 millones de pesos de su candidatura a diputado, prestados por su amigo (Achurra). Tres décadas después, la muerte de un amigo en común los obliga a enfrentar la traición, develando las verdaderas causas de su escape.

“Es una historia, con mucha ironía, sobre dos hombres que ponen en juego sus valores por sus sentimientos. Es una historia con contenido social y humanidad, en tono de comedia, y que plantea una cosa que en Chile ha perdido valor: la amistad, el compromiso, la lealtad y el respeto. Hay un trasfondo político pero no es lo más importante, porque hablar de los políticos es hacerles más propaganda”, explica Azócar, quien también es director de la obra.

Si bien Azócar actuó en más de 15 teleseries y Patricio en más de 40, nunca se toparon en un set. Ni siquiera en Sol tardío, una teleserie en blanco y negro de Moya Grau, la única en que coincidieron en los años 70 y donde sus personajes no tenía conexión en la trama. Hasta que hace un par de años Azócar le propuso este proyecto a Achurra y entremedio este último reemplazó a Felipe Armas en la comedia Amor que me hiciste mal.

“Es la primera obra que estrenamos juntos, exceptuando el reemplazo en ‘Amor que e hiciste mal’. Jaime me propuso hacer un trabajo conjunto con esta obra, empezamos a reunirnos a tirar ideas con el propósito de llegar a un texto. Trabajamos un año y medio, necesitábamos que alguien que lo escribiera. Así que le recomendé a Christian Maringer y resultó”, cuenta Achurra.

“Le había ofrecido hace muchos años y se dio la oportunidad. Fue un acierto, tenemos los mismos deberes y vigilamos bien nuestro negocio, que es hacerlo bien sobre el escenario. Tenemos una buena sintonía laboral y de amistad. Es muy importante la parte interna en un elenco, y en una profesión como ésta que está ligada a los sentimientos”, concluye Azócar.

La obra se presentan los días viernes y sábados, a las 22 horas, en la Sala La Comedia.

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