Pro militar, liberal en lo económico, nacionalista, antimarxista y con escasa presencia femenina. Así se puede resumir la conformación del gabinete ministerial del Presidente electo de Brasil Jair Bolsonaro.
Y es que a poco menos de un mes de asumir formalmente como mandatario del país sudamericano, el ex capitán del Ejército ha anunciado –a través de su cuenta de Twitter- a la mayoría de sus colaboradores, en donde, hasta el momento, hay siete ministros provenientes del mundo militar.
Otro aspecto que destaca es el hecho de que solo una mujer ostentará el cargo de ministra, mientras que los otros 21 secretarios de Estado serán hombres.
Para el doctor en sociología del Instituto de Estudos Sociais e Políticos de la Universidad de Rio de Janeiro, Alexis Cortés, un gabinete de estas características era esperable considerando su base de apoyo. “Lo más novedoso del gabinete es la presencia de militares, el resto habla más bien de una reproducción del antiguo establishment político que se suponía que Bolsonero iba a romper, por lo menos eso fue lo que le dijo a sus electores”.
Liberales, nacionalistas y antimarxistas
Además, dado que Bolsonaro decidió reducir algunas secretarías de Estado –originalmente eran 29- se crearon algunos “superministerios”, entre ellos, el que reúne a las carteras de Economía, Hacienda, Planificación e Industria y Comercio.
Dicha entidad estará comandada por Paulo Guedes, economista formado en la escuela de Chicago, quien conoce muy bien nuestro país, lugar en donde vivió y tuvo relación con varios economistas locales, entre ellos, el ex subsecretario de Economía del primer gobierno de Sebastián Piñera, Julio Dittborn.
Con un perfil ultra liberal, Guedes es partidario de la apertura económica, las privatizaciones y la reducción de impuestos. Además, el futuro jefe de la billetera fiscal brasilera recomendó a profesionales de características similares para presidir entidades como el Banco central, el Banco Do Brasil, entre otras.
Otro de los futuros ministros que ha generado fuerte controversia es el canciller Ernesto Araújo, quien, con una visión altamente nacionalista, anti marxista y contrario al multilaterialsmo, incluso ha alabado públicamente a la administración de Donald Trump y ha expresado que “es necesario resistirse a China”.
A juicio de Cortés, dicha designación es preocupante y es contradictoria respecto de los propios intereses del Estado y la economía brasileña, considerando que el gigante asiático es el principal socio comercial de Brasil, con lo que se podría afectar a los propios sectores que decidieron apoyar firmemente la candidatura de Bolsonaro.
En esa línea, El doctor en ciencia política y profesor de la Academia Nacional de Estudios Políticos y Estratégicos, Mladen Yopo, aseguró que Bolsonaro y su equipo de colaboradores se encontrarán con una fuerte resistencia, ya que van en una dirección opuesta a la del resto del mundo. “A mi no me extraña a quienes está nombrando, lo que pasa es que de alguna forma se va a encontrar con un mundo diversificado, un mundo donde hay expresiones que no van a ser conciliatorias con este tipo de expresiones, gente en la pobreza, huelgas, el tema de la Amazonía, se va a encontrar con un mundo que camina hacia otro lado”.
¿Gabinete anticorrupción?
Fue una de las consignas de su campaña. La lucha anticorrupción que prometía dar Bolsonaro fue uno de los factores claves en su triunfo, en un país devastado por este fenómeno.
Por esta razón no sorprendió cuando el electo mandatario anunció como su ministro de Justicia al ex juez de la operación Lava Jato, Sergio Moro, quien es reconocido por haber puesto en la cárcel al ex presidente Luiz Inácio “Lula” Da Silva, quien asomaba como vencedor en todas las encuestas.
Sin embargo, al menos cuatro de sus futuros ministros poseen causas abiertas ante la justicia, entre ellos, el próximo jefe de gabinete Onyx Lorenzoni, a quien se le investiga por haber, presuntamente, recibido financiamiento irregular durante su campaña a diputado. También Paulo Guedes, quien es indagado por eventuales irregularidades en fondos de pensiones.
En relación al nombramiento del ex juez Moro, Alexis Cortés es categórico: “a todas luces, en cualquier democracia sería un escándalo, como una cuestión como conflicto de interés. El mismo juez Moro decía que nunca aceptaría un cargo político porque se podría poner en cuestión su propio trabajo jurídico encabezando estas operaciones”.
Pero palabras son palabras, y Moro será ahora quien dirija la justicia del gigante sudamericano.