Por un estrecho margen, los británicos decidieron, el 2016, retirarse de la Unión Europea. Dos años después, específicamente este martes, la Cámara de los Comunes del Reino Unido votaría el proceso de acuerdo del brexit. Así estaba previsto, sin embargo, la primera ministra británica, Theresa May, canceló la sesión parlamentaria.
La decisión fue tomada para evitar una previsible derrota del Gobierno, lo que, según expertos, amenazaría el liderazgo de la primera ministra e, incluso, podría desembocar en su derrocamiento.
En las últimas semanas, May trató de obtener apoyo para su acuerdo, sin embargo, un gran número de diputados, incluyendo sus aliados, se oponían a ella. El éxito se sabía lejano.
Jeremy Corbyn,lider del opositor Partido Laborista escribió en un comunicado luego de saberse la decisión ejecutiva que “el Gobierno ha decidido que el acuerdo del Brexit de Theresa May es un desastre de tal dimensión que ha tomado la desesperada decisión de retrasar su votación en el último momento (…). No tenemos en estos momentos un Gobierno operativo. Mientras May sigue empujando su Brexit de un modo chapucero, nuestros servicios públicos están en quiebra y nuestras comunidades sufren la falta de inversión”.
Por su parte, La ministra principal de Escocia, Nicola Sturgeon, calificó la jugada de May como patética, asegurando que el actual es”un Gobierno conservador que ha llegado al final de su recorrido y se encuentra inmerso en el caos”.
Por el momento no se tiene certeza de cuáles serán los siguientes pasos de May, sean cuales sean, no deben tardarse mucho, pues el sábado la primera ministra británica asistirá a una reunión con los líderes europeos, donde sin duda el tema de Brexit marcará la pauta.