En 1962, el fotógrafo nacional, Marcelo Montecino (75), regresó a Chile desde Estados Unidos, donde pasó gran parte de su infancia. Sólo tenía 19 años, pero aquel viaje fue crucial para el joven que, entonces, ya se había iniciado en la fotografía.
“Fue un impacto bien grande llegar a Santiago, en pleno invierno, y encontrar una desolación absoluta. Como tenía pocos amigos, me dediqué a vagar por la ciudad con mi cámara. Entonces fue cuando descubrí la fotografía desde otro ángulo, más allá de la superficialidad de cómo ejercí el oficio en mi adolescencia”, comentó el fotógrafo en 2017.
A raíz de ese reencuentro, Montecino comenzó a desarrollar una obsesión con el Barrio Franklin, fijación que se extendió durante 50 años y que dio como resultado una serie de imágenes que hoy son exhibidas en la muestra La máquina de coser y el paraguas. Franklin (1962-2018) de la Galería Fotográfica Chilena del Centro Cultural La Moneda.
La muestra presenta una selección de 60 fotografías que dan cuenta de la fascinación de Montecino con el lugar: ropa en desuso, viejos comerciantes y objetos de segunda mano, son los elementos puestos en valor a través de las imágenes.
“Para Marcelo, Franklin es algo que tiene mucho que ver con la identidad nacional. Cada vez que revisábamos el material para la exposición, él me decía: ‘Esto es tan chileno’. Entonces, siento que la muestra tiene que ver con la emoción de un fotógrafo que estaba lejos de su país y que fotografiaba para llevarse algo local”, explica Andrea Aguad, curadora de la exposición.
“La idea de tener un casero, el contacto directo con el vendedor, los cachureos, las cosas de segunda mano. Esa es la mayor fascinación de Marcelo Montecino. No tiene que ver solo con una cosa arquitectónica ligada al barrio y al patrimonio, sino que también con un estilo de vida. Marcelo ve mucha belleza en lo melancólico o en la nostalgia y rescata alegrías y otro tipo de emociones. Ese es, para mí, su sello”, añade.
La exposición se divide en distintos periodos. Comienza en los años 60, para luego transitar hacia los años 80 y la actualidad el barrio. De esta manera, se mezclan imágenes en blanco y negro con fotografías a color que dan cuenta del paso del tiempo en el lugar. No obstante, las materialidades son algo que cruzan el proyecto.
“La exhibición tiene un componente fuerte de los años 80. Entonces, se ven fotografías que tienen como con un estado anímico gris, muy oscuro, frío, húmedo, porque además esas fotografías fueron tomadas en invierno. Luego, hay otras imágenes a color, pero en el fondo eso es lo que quisimos narrar: que, a pesar de todo el horror de la época, hay mucha vida en ese lugar”, comenta Andrea Aguad.
El fotógrafo
En 2017 el fotógrafo fue reconocido con el Premio a la Trayectoria Antonio Quintana. Nacido en Chile y formado en Estados Unidos, Marcelo Motecino se comprometió a fondo con la fotografía luego del golpe de Estado de 1973.
Montecino también ha sido galardonado con los premios de la revista mexicana “Proceso” en 1981 por su libro Con sangre en el ojo y Altazor de las Artes Nacionales por su libro Irredimible en 2012. Actualmente, vive en Chile.