La decisión del presidente Jimmy Morales ha calado profundo en el ámbito internacional, por ser un mensaje disruptivo en materia de lucha contra la corrupción, además de una amenaza para la comunidad internacional y un incentivo para la migración.
Durante una conferencia de prensa, el mandatario guatemalteco anunció la medida por poner en riesgo la soberanía del país.
“El Estado de Guatemala da por terminado el acuerdo entre la Organización de Naciones Unidas y el gobierno de Guatemala, relativo al establecimiento de una Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), por la violación grave a las leyes nacionales e internacionales, sin responsabilidad para el Estado de Guatemala”, dijo el mandatario guatemalteco.
Debido a esto, al presidente Morales le han llovido las críticas desde Estados Unidos. Varios congresistas han condenado la decisión del gobierno guatemalteco, asegurando que esto pondrá fin a las ayudas económicas, y que el propio Morales junto a su gobierno no son bienvenidos en Estados Unidos.
El ex cómico, que llegó al poder impulsado por una ola anti corrupción en 2016, no ha ocultado su hostilidad hacia la comisión, sobre todo cuando dicha entidad y la fiscalía acusaron a uno de sus hijos y un hermano de fraude fiscal, ambos actualmente en arresto domiciliario y a espera de juicio. La tensión creció en agosto de 2017, cuando el propio mandatario fue acusado de corrupción electoral durante los comicios en que fue proclamado vencedor.