Alerta Infancia es un software que, a partir de técnicas avanzadas de inteligencia de datos, calificará el riesgo que tiene un niño o niña de ser vulnerado en sus derechos.
De esta forma, el programa hará un cruce de los datos que distintas instituciones públicas recopilen acerca de los menores de edad en situación de vulnerabilidad, tales como su estado de salud, educación, contexto familiar y factores del entorno, entre otros.
Sin embargo, para la vocera de Bloque por la Infancia y directora ejecutiva de Asociación Chilena Pro Naciones Unidas (ACHNU), Francis Valverde, este levantamiento de información es “altamente peligroso porque, en definitiva, lo que está haciendo es marcar a los niños, los estigmatiza en la práctica”.
Y agregó que “hay que esclarecer cuáles serán los criterios para determinar a un niño o niña en riesgo social, cuál será la metodología de trabajo con ellos, si van a existir recursos. Hay más dudas que respuestas en torno a la propuesta y son preguntas claves en torno a la defensa de los derechos de los niños”.
El sistema Alerta Infancia entregará el resultado de este cruce de información a las oficinas locales de la Subsecretaría de la Niñez, las que, en un plazo de cinco años, estarán ubicadas en cada comuna del país. Según el Ministerio de Desarrollo Social, el objetivo de este sistema es educar a las familias y cuidadores de niños en riesgo, priorizar a los menores en la entrega de programas sociales y lograr una mayor eficiencia en la intervención.
No obstante, para Francis Valverde, “lo que tiene que existir es una protección administrativa universal que esté alerta a la situación de todos los niños de los diferentes territorios, porque ¿qué estamos entendiendo por protección de niños y niñas? ¿Quiénes están en riesgo? ¿sólo los niños que están en sectores populares? ¿qué pasa con los abusos que pueden sufrir los niños de los sectores altos? ¿esos niños no están en riesgo?”.
Protección de datos personales y ciber seguridad
Dos son los problemas asociados a este levantamiento de información: la protección de los datos personales de los menores de edad y la seguridad de este sistema informático, ya que no existe ninguna base de datos a nivel mundial que sea perfecta e invulnerable.
“La información que se va a recopilar son datos doblemente sensibles. Por un lado, porque son datos de menores de edad, y los datos de ellos se protegen especialmente. Por otro, son datos que tienen que ver con su historial médico, socioeconómico, información psicosocial, información que es muy estigmatizadora”, afirmó el analista de políticas públicas de la ONG Derechos Digitales, Pablo Viollier.
Además, agregó que “la única forma de resguardar estos datos es, simplemente, no almacenarlos, porque al momento de hacerlo siempre se corre el peligro de que se filtren, se roben, se mal utilicen, se abusen. De pasar lo anterior, el nivel de vulneración de las personas sería muy grande”.
Para la académica del Instituto de Comunicación e Imagen (ICEI), Patricia Peña, “estamos en un país donde la protección de datos no es de las mejores, hay un montón de riesgos. También hay que preguntarse ¿hasta dónde un algoritmo va estar lo suficientemente entrenado para que tomen decisiones de manera automática respecto de la vida de una persona? Un algoritmo no sabe cuáles son los detalles que ocurren en un entorno familiar, es necesario el componente humano. Entonces, este tipo de políticas deberían ser parte de un debate más público con la participación de distintos sectores, especialmente de organizaciones sociales que trabajan con el tema de los derechos de los niños.”