Las próximas horas podrían ser cruciales para el futuro político del autoproclamado Presidente Encargado de Venezuela, Juan Guaidó.
Luego de la frustrada entrega de “ayuda humanitaria”, el líder opositor enfrenta un complejo panorama político y judicial. Esto, ya que para cruzar la frontera colombo-venezolana, tuvo que burlar una orden judicial que le impedía salir del país.
Tras esto, la posibilidad de que pueda ingresar nuevamente a Venezuela no está del todo clara, pese a que él aseguró que lo haría “dentro de las próximas horas” eludiendo, nuevamente, la justicia de su país.
Frente a esto, el Presidente Nicolás Maduro anunció que “Guaidó deberá enfrentar a la justicia cuando reingrese a Venezuela”, con lo que se abre la interrogante sobre qué es lo que pasará con el líder opositor una vez que pise suelo nacional.
A poco más de un mes de su auto-juramento, Guaidó aún no obtiene el apoyo de las Fuerzas Armadas venezolanas. Además, los principales organismos internacionales como la ONU y la OEA siguen sin reconocerlo y el plazo para convocar elecciones, como establece el artículo 233 de la Constitución, ya expiró.
Y pese a haber repetido incansablemente que la ayuda humanitaria ingresaría sí o sí el 23 de febrero, y que Venezuela no sería la misma después de ese día, nada de eso ocurrió. Por el contrario, según la mirada de diversos analistas, Guaidó salió debilitado y sus opciones de aquí en adelante son reducidas.
Según el profesor del Instituto de Ciencia Política de la Universidad Católica, Stefano Palestini, “estamos muy cerca del peor escenario que pudiera tener Juan Guaidó”.
En esa línea, el académico argumentó que el líder opositor “no tiene una Fuerza Armada que lo respalde, de ahí la esperanza de que hubiera una deserción masiva del Ejército, lo que no pasó”.
En el mismo sentido, en conversación con nuestro medio, el analista internacional Gilberto Aranda señaló que “obviamente hay un desgaste porque en treinta días no fueron convocadas elecciones y porque el intento de ingresar ayuda humanitaria fue fallido. En esas condiciones la capacidad (de Guaidó) de incidir en el proceso venezolano son limitadas”.
Sin embargo, el académico del Instituto de Estudios Internacionales de la Universidad de Chile advirtió que Guaidó “va a poder resistir en la medida que siga una parte considerable de la comunidad internacional dándole apoyo y en la medida que las protestas no amainen. Si las protestas internas amainan y si la comunidad internacional comienza a tomar otras medidas, ciertamente su liderazgo puede decaer”.
Asimismo, el experto enfatizó que “Guaidó juró como Presidente Encargado, pero eso hay que leerlo como un acto simbólico, podría estar 20 años más auto declarándose como presidente simbólico y va a depender del desgaste de la fuerza que tenga la sociedad internacional para que él tenga credibilidad y mantenga el atributo que la Asamblea Nacional le otorgó”.
Señales contradictorias
Otra de las interrogantes que surge a raíz de la situación en la que se encuentra el autoproclamado presidente Encargado de Venezuela, es qué acciones tomará de aquí en adelante, considerando que su principal base de apoyo, el Grupo de Lima, rechazó tajantemente la posibilidad de una intervención militar.
Esto, tomando en cuenta que días antes -y en reiteradas ocasiones- Guaidó realizó un llamado a la comunidad internacional a “tener abiertas todas las opciones” para liberar a su patria.
“Los acontecimientos de hoy me obligan a tomar una decisión: plantear a la Comunidad Internacional de manera formal que debemos tener abiertas todas las opciones para lograr la liberación de esta Patria que lucha y seguirá luchando. ¡La esperanza nació para no morir, Venezuela!”, escribió en su cuenta de Twitter, además de anunciarlo en una conferencia conjunta con el secretario general de la OEA, Luis Almagro.
A esto se suman las declaraciones de Julio Borges, diputado en exilio y representante de Venezuela en el Grupo de Lima, quien previo a la reunión de este lunes planteó que solicitaría acciones diplomáticas más “contundentes” y el “uso de la fuerza” contra el Gobierno de Nicolás Maduro.
En tanto, durante la tarde de este martes, en entrevista con el medio colombiano Noticias Caracol, Guaidó amenazó abiertamente al gobierno de Maduro: “Si se atreven a meterme preso, habrá una respuesta sin precedentes, tanto de la gente como de la comunidad internacional”
De esta forma, la imagen pacífica de Juan Guaidó es puesta en entredicho, lo que podría dar lugar a una polarización de la oposición, entre quienes apoyan acciones militares como salida a la crisis y quienes descartan esa vía.
Opciones limitadas
Luego de la fallida entrega de ayuda humanitaria y la escasa deserción militar, la oposición se vio disminuida en sus intentos por derrocar al gobierno de Nicolás Maduro.
A diferencia de lo que se presumía, no se cumplió ninguno de los objetivos que se habían anunciado y la presión ejercida en la frontera no fue suficiente para desestabilizar a lo que ellos denominan como el “régimen usurpador”.
En ese marco, según señalan diversos expertos, las alternativas que tiene Guaidó son reducidas y una de ellas, la intervención militar, prácticamente irrealizable.
A juicio de Stefano Palestini, “una acción de tipo de militar sería improbable (…) es una opción bastante descabellada, en general los países del Grupo de Lima han descartado esta opción”.
La otra alternativa, sostiene, es continuar con la presión internacional, darle tiempo a que alguna de las medidas que se han tomado estas últimas semanas empiecen a tener efecto. “Hace algunas semanas Estados Unidos activó acciones realmente contundentes en contra del régimen de Maduro, eso obviamente va a tener un efecto fundamental, importante en el régimen de Maduro” sostuvo.
Misma visión expresó el analista internacional Juan Pablo Toro, quien en entrevista con el Diario Financiero señaló que una de las opciones que se vislumbra es el colapso de la economía venezolana a través de las sanciones, a pesar de los riesgos y costos sociales.