A catorce años de su muerte y al conmemorar el 8 de marzo de 2019, Día Internacional de la Mujer, Gladys Marín Millie vive en la memoria de los chilenos quienes no la olvidan por su claridad y coraje, porque durante toda su vida sembró en la conciencia de los que luchan el derecho a la vida, a la alegría, a la paz y por sobre todo a compartir el pan y la felicidad.
Qué duda cabe que la maestra primaria, la dirigenta juvenil, la diputada, la clandestina, la presidenta del Partido Comunista, estaría presente en la Huelga Feminista que se realizará este año.
Este es un tiempo en que su política coherente se agiganta, especialmente, cuando pareciera que la ola derechista se ha tomado el poder en nuestro país y que campea en el territorio de nuestros vecinos, hermanos de la América Morena. Es justo en esta etapa en que hacen falta mujeres rebeldes e indómitas, en un país que anda siempre con ambigüedades, en la que se privilegia lo individual por sobre lo colectivo o en la que los valores se pactan en cuotas.
En un recordado acto público, realizado en 1989 en el Estadio Santa Laura, Gladys Marín concluyó 17 años de clandestinidad propia y del Partido de Recabarren señalando: “no renunciaremos a nuestra identidad como Partido, no renunciaremos a nuestra ideología, declaramos ante todo Chile que el Partido Comunista sale a la legalidad, terminó para nosotros la negra noche de la Dictadura. Viva la democracia y la libertad, viva la gente que lucha, viva el socialismo”.
Traemos a nuestra memoria este hecho porque desde entonces Gladys Marín trazó lo que sería y debe ser la política de los revolucionarios para el Siglo XXI hablando con honestidad y sin eufemismos sobre lo que debe ser el trabajo para cambiar las estructuras sociales y políticas en Chile, en particular en el ámbito de las luchas feministas para concluir con décadas de postergaciones y malos tratos.
La Huelga Feminista 2019 también debe ser un hito, porque demanda con fuerza la autonomía económica con trabajos dignos, salarios y pensiones justas, porque a “igual paga por igual pega”, porque no toleraremos más violencia contra las mujeres, porque exigimos un sistema nacional de cuidados, que democratice y corresponsabilice las tareas domésticas, el cuidado de los y las hijas, de los familiares no valentes o adultos mayores, liberando de esta responsabilidad histórica y casi exclusiva de las mujeres.
Si bien es cierto que el 8 de marzo, Día Internacional de la Mujer, nos remonta a 1857, fecha en que las obreras textiles de Nueva York salieron a protestar por las condiciones laborales miserables, a las que se sumaban todo tipo de abusos fueron los comienzos en la toma de la conciencia de clase, del saber que solo con la unidad y con las acciones colectivas es posible cambiar las condiciones adversas. Esa valiente jornada concluyó con 120 mujeres muertas por la represión policial.
Otros elementos se suman hoy tales como la reivindicación de una educación no sexista, que se respete la diversidad, la defensa de la interrupción voluntaria del embarazo en tres causales y la implementación plena de la ley y que también las mujeres estamos por la paz, en la defensa de las riquezas nacionales que deben dar sustento y bienestar a los pueblos.
Al recordar a Gladys Marín, saludamos y convocamos con la más amplia unidad a la Gran Huelga Feminista, de este 8 de marzo de 2019 con sus propias palabras “Las llamo a ser mujeres plenas, a sufrir por el dolor ajeno, a ser solidarias y sensibles, a enamorarse todos los días, a ser ágiles y livianas como las mariposas y fieras ante las injusticias”.