La primera ministra británica Theresa May podría renunciar a someter por tercera vez al voto de los diputados el acuerdo de salida que negoció con la Unión Europea si no cuenta con suficientes apoyos, lo que aplazaría el Brexit.
“No es seguro” que se organice la votación, declaró en la BBC el ministro de Finanzas, Philip Hammond. “Solo presentaremos de nuevo el acuerdo si estamos seguros de que un número suficiente de nuestros colegas y del DUP (partido unionista norirlandés) están dispuestos a apoyarlo para que pase al Parlamento”, dijo.
“Sería difícil justificar organizar una votación si estamos seguros de perderla”, afirmó por su parte el ministro de Comercio Internacional, Liam Fox, a Sky news.
El acuerdo negociado duramente entre la UE y Londres, destinado a poner en práctica el Brexit de una manera consensuada el 29 de marzo, fue rechazado el 15 de enero por 432 votos contra 202, y luego el 12 de marzo por 391 votos contra 242.
May planeaba presentarlo nuevamente a los diputados el martes o el miércoles, antes de una reunión de jefes de Estado y de gobierno de los miembros de la UE prevista el jueves. La primera ministra intenta convencer a los antieuropeos puros y duros de su partido y a los diputados del DUP para que cambien de opinión.
El principal escollo del acuerdo es la llamada salvaguarda irlandesa, un mecanismo, conocido en inglés como backstop, que busca evitar la reintroducción de una frontera física entre Irlanda -país de la UE- y la provincia británica de Irlanda del Norte, así como preservar el acuerdo de paz de Viernes Santo de 1998.
Los que quieren un Brexit temen que ello amarre al Reino Unido indefinidamente a la UE y los unionistas rechazan el estatuto particular que se otorgaría a Irlanda del Norte.
Theresa May necesita el voto de 75 diputados más para imponer el acuerdo. Algunos la apoyan, como Esther McVey, que dimitió como ministra de Trabajo en noviembre, en desacuerdo con el texto.
Este acuerdo o quedarse sin Brexit
Aunque siga siendo “un mal acuerdo”, “la opción que tenemos delante, es este acuerdo o ningún tipo de Brexit”, justificó el domingo en Sky News.
Al igual que ella “gran cantidad” de diputados cambiaron de opinión, ya que las alternativas al acuerdo negociado por May les parecen “muy desagradables”, aseguró Hammond.
May hizo un llamado en el Sunday Telegraph al “patriotismo” de los diputados para que respalden el acuerdo de divorcio.
Si fracasa nuevamente en el Parlamento, el Reino Unido podría “quedarse en la UE durante meses e incluso para siempre”, advirtió, apostando al miedo cuando el bando de los pro Brexit se pregunta si su voto será algún día respetado.
El sábado los manifestantes del movimiento “Leave”, que apoyan una salida de la UE, iniciaron una marcha de protesta desde el noreste de Inglaterra hasta el parlamento en Londres.
May advirtió también que un aplazamiento largo del Brexit obligaría al Reino Unido a organizar y participar en las elecciones europeas de fines de mayo.
“La idea de que los británicos acudan a las urnas para elegir diputados europeos tres años después de haber votado por dejar la UE es una pena insoportable. No habría un mayor símbolo del fracaso político colectivo del Parlamento”, escribió May.
El líder del laborismo, Jeremy Corbyn, estimó “ridículo” el tercer intento de May de hacer aprobar el acuerdo, y advirtió que los laboristas podrían intentar nuevamente derrocar al gobierno.
Si el gobierno presenta un nuevo acuerdo a los diputados, “sospecho que será nuevamente derrotado”, declaró Corbyn a Sky News. “Pienso que a esta altura una moción de censura sería justificada”, añadió.
En paralelo, Corbyn habla con diputados de otros partidos para hallar una alternativa al Brexit. Indicó que su partido, el principal partido de oposición, podría apoyar una enmienda presentada por los diputados Peter Kyle y Phil Wilson que validaría el acuerdo de salida con la condición de que fuera sometido a un referendo.