En 1999, en el contexto de la Muestra de Dramaturgia Nacional, el chileno Alejandro Moreno estrenó en la sala Víctor Jara su propia versión de Medea, la clásica tragedia de Eurípides. Veinte años más tarde, el autor hoy avecindado en Nueva York se atreve con una versión cinematográfica que cuenta con un elenco predilecto: Millaray Lobos -quien también interpretó a Medea sobre las tablas-, Paulina García, Alfredo Castro, Michael Silva y Paola Lattus.
Así, Medea, película ambientada en el desierto de Atacama, que ya se proyectó en el Festival de Cine de Guadalajara, se estrenará en cines de Santiago y regiones el próximo 9 de mayo.
El estreno de Medea del dramaturgo chileno es una obra cinematográfica experimental, en donde Moreno se ha permitido innovar con total libertad tanto en diálogos, como en puesta en escena, fotografía y sonido, lo que resulta particularmente llamativo al establecer la narración de la historia de Medea en los cerros y el mar de Copiapó, región de la que él proviene.
El estreno de Medea incluye funciones en el Día Nacional del Teatro (11 mayo), día consagrado por la Ley 20.153 para conmemorar las artes escénicas chilenas en homenaje al natalicio de otro director y dramaturgo Andrés Pérez Araya.
Medea es una mujer extranjera a quien su esposo Jasón arrastró hacia el desierto de Atacama. Así, vaga por la precaria realidad de la industria minera. En este lugar geográficamente extremo, Jasón la abandonará y ella será expulsada de la región. Pero planeará su venganza invocando su fuerza más íntima.
“Medea se quedó ahí dando vueltas, sobre todo me venían constantemente los textos de ellas, las cosas que ella decía, que yo no me sentía tan autor, sino que era como un habla independiente de una mujer que había sido humillada y quería vengarse”, cuenta el director. “Esta voz, se volvía más presente en el desierto. Medea contra el espacio vacío de un desierto de Atacama que florece todos los años y pensé, que si no floreciera la culpa sería de Medea. Y ahí empecé a pensar la película”.
El largometraje, que no tiene un espacio temporal definido, tuvo un rodaje de 11 días en el norte de Chile. Las locaciones escogidas fueron el Muelle de Caldera, el Cerro Imán, la Casa de Sal y la mina de cuarzo Andacollita.
A Moreno le interesaba explotar el “concepto de lo mineral” y dar una importancia fundamental al contexto árido en el que se desenvuelve la tragedia. Y la define como “una película totalmente atacameña”.
“Mi intención era la superposición de paisajes, es decir, paisajes espaciales con los otros pasajes más bien síquicos que abren los textos, como una palabra hablada que suena y abre un paisaje sónico por donde los personajes se desplazan. Esto fue muy bien trabajado por la música de Diego Noguera y el espectacular trabajo de Roberto Espinoza de Sonamos. Poner voces en el espacio desierto, y mostrar el desierto no en la típica postal sino un lugar vacío pero lleno de sonidos, imágenes, signos de vida. Entonces, estos personajes eran perfectos, cuerpos que se desplazan siguiendo a sus pasiones en un lugar inmenso, en donde las voces producen un eco. Es la pasión humana con la inminencia de la naturaleza”, destaca Moreno.
Sobre el director
Alejandro Moreno es Doctor en Literatura y Máster en Escritura Creativa del Departamento de Español y Portugués de la Universidad de Nueva York, NYU. Máster en Filología Hispánica del Consejo Superior de Investigaciones Científicas de Madrid, CSIC. Licenciado en Artes del Departamento de Teatro de la Universidad de Chile, DETUCH. Ha recibido en dos oportunidades el Premio a la Mejor Obra Publicada, otorgado por el Consejo de la Cultura y las Artes, por sus textos “Gastos de representación” (2015) y “La amante fascista” (2011). Además, ha sido ganador de la Muestra de Dramaturgia Nacional en cinco oportunidades.
Sus obras han sido traducidas al inglés, francés, alemán, polaco, mapudungun, italiano, portugués y japonés. Actualmente se desempeña como profesor de dramaturgia en la Universidad de Nueva York. Vive entre Nueva York y Copiapó. Es además responsable de la idea original y el guión de la nueva película de Pablo Larraín, Ema.