En el último día de la cumbre dedicada a las Nuevas Rutas de la Seda, el mandatario chino Xi Jinping reafirmó en una mesa redonda, su voluntad de construir una economía mundial abierta y luchar contra el proteccionismo. Inmersa en una guerra comercial con los Estados Unidos de Donald Trump desde el año pasado, China busca convertirse en el líder de la cooperación multilateral.
Esta iniciativa, llamada oficialmente “el Cinturón (terrestre) y la Ruta (marítima)” en chino, busca construir infraestructuras de transporte y de energía en países de Asia, Europa, África, exhortando claramente a rechazar el proteccionismo” y el unilateralismo, en oposición abierta al lema “Estados Unidos” primero, impulsado por Trump.
Lanzada en 2013 por Xi Jinping, la iniciativa está financiada con inversiones o préstamos de varios cientos de miles de millones de euros. Sus detractores consideran que favorece sobre todo a las empresas chinas y constituye “una trampa de la deuda” para las naciones beneficiarias, perjudicando además el medioambiente.
Respondiendo a las críticas sobre la supuesta opacidad de algunos acuerdos firmados en el marco de un proyecto, el jefe de Xi Jinping hizo un llamamiento a una “tolerancia cero” con la corrupción.