Cada 11 de mayo y desde 2006, se festeja el Día Nacional del Teatro en recuerdo del natalicio de Andrés Pérez Araya, director teatral y creador del Gran Circo Teatro.
Para este 2019, la celebración comprende un pasacalle que comenzará a las 17:00 en Plaza Italia y la presentación de 23 montajes gratuitos, entre otras actividades.
Pese a ello y más allá de los festejos, la fecha entrega una oportunidad para analizar cuál es el panorama de las artes escénicas en el país.
Según el último Informe Anual de Estadísticas Culturales publicado por el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio y el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), esta disciplina aún se mantiene estancada respecto de factores como difusión, descentralización y financiamiento.
Así, el estudio señala que el 51,2 por ciento de las de funciones, pagadas y gratuitas, se realizan en la Región Metropolitana. Lo mismo ocurre respecto de la infraestructura cultural, donde las diferencias son extremas: mientras que en Arica, Tarapacá y Antofagasta sólo existen tres teatros, en la Región Metropolitana la cifra asciende a los 59 espacios, según el Catastro de infraestructura cultural pública y privada de 2017.
Para Verónica Tapia, directora de la Red Salas de Teatro, organización que congrega a 23 teatros de la Región Metropolitana, este panorama es lamentable. Por ello, sostiene que es necesario generar una agrupación mucho más amplia que permita dar cuenta de las necesidades existentes en los diversos teatros del país.
“Hay mucha falencia. Teatros donde trabajan sólo dos personas, pese a que como mínimo debería haber seis personas para asegurar la calidad de las obras y la seguridad que se requiere”, dice.
Según la gestora, uno de los puntos más críticos es el financiamiento de los teatros en el país. Sin un apoyo continuo de parte de las instituciones, advierte que es muy difícil mantenerlos a un cien por ciento.“Independiente de que tengamos las salas llenas, nunca vamos a poder mantener los teatros, porque la taquilla no alcanza para cubrir la mantención”.
“En otras partes del mundo se puede vender alcohol, es decir, tener bares, donde el 30 por ciento de los ingresos del teatro son por la venta, pero nosotros no podemos hacerlo. Entonces, estamos muy coartados respecto de cómo financiarnos. Nos queda la taquilla y los fondos concursables. El Estado debería asegurar que el teatro se pueda mantener”, concluye.
Carmen Romero, directora ejecutiva de la Fundación Santiago a Mil, también coincide con el ítem de financiamiento, sin embargo, sostiene que otro asunto relevante es la difusión de los espectáculos.
Al mismo tiempo, recalca que otro factor es la subvención. Según comenta, “muchas veces el público no puede pagar una obra. Entonces, ahí hay algo urgente donde trabajar, para que el público tenga la posibilidad de acceder a las funciones”.
Y, ¿el Ministerio qué?
Hace dos años, se puso en marcha la Política Nacional de Artes Escénicas 2017-2022, que propuso metas como la diversificación del financiamiento y la promoción descentralizada de los proyectos escénicos, entre otros.
Según el subsecretario de las Culturas y las Artes, Juan Carlos Silva, este plan debió instalarse en el marco de una institucionalidad nueva: el Ministerio de las Culturas, las Artes y el Patrimonio que entró en vigencia hace poco más de un año.
“Hemos enfrentado un proceso complejo de instalación ministerial, porque coincidió el cambio de administración y con cambios de autoridades ministeriales, lo que ha hecho mucho más compleja la ejecución de los programas que permanentemente la institución tiene que realizar. Eso es un marco importante. Pero, aún con ese escenario, se continuaron ejecutando los programas y la itinerancia se abrió al circo y danza”, asevera.
Asimismo, la autoridad destaca la creación de una unidad de programación y públicos para trabajar en sectores como La Pintana, Quillota y San Antonio, entre otros. El objetivo de dicho proyecto es que el espectador se implique en la programación de los espacios culturales.
“Las artes escénicas son fundamentales para el día a día, así como algunos asisten a sus distintas actividades deportivas o se hace un trabajo a nivel de desarrollo profesional, tenemos que dedicar tiempo para nutrirnos respecto de lo que son las actividades de las artes escénicas. Eso es fundamental y eso es por lo que estamos apostando”, recalca el subsecretario.
Aun así, advierte que existen temas pendientes: “Se ha puesto un énfasis de que es fundamental descentralizar, pero esto tiene que pensarse bajo un sistema de financiamiento que lo haga sostenible con un plan de gestión aparejado a dicho espacio”.
¿Soluciones?
Un camino que podría facilitar el cambio de este panorama es la Ley de Fomento de las Artes Escénicas, que corresponde a una iniciativa del último periodo del segundo gobierno de Michelle Bachelet y que, de ser aprobada, creará el Consejo Nacional para el fomento del teatro, la danza y el circo.
Este organismo tendrá por objetivo proponer medidas, programas y acciones para el desarrollo de las diversas artes escénicas, entre otros puntos. En tanto, comprende la creación de un Fondo Nacional de Fomento y Desarrollo de las Artes Escénicas, lo que sería fundamental para el sostenimiento de espacios y compañías teatrales.
Actualmente, esta iniciativa se encuentra en la Comisión de Hacienda del Senado y el próximo martes volverá a abordarse. En ese sentido, se espera que la discusión avance para poner fin a un panorama que, durante años, ha recluido a las artes escénicas a un plano desfavorable para su desarrollo.