Matucana es un barrio de ferrocarriles. Así lo constatan sus calles, las que, pese al paso del tiempo, aún conservan aquellas líneas férreas que, a mediados del siglo XIX, dieron conectividad a la ciudad de Santiago.

Pero, ¿qué pasó con toda esta historia? ¿Cuándo comenzó el declive de la industria ferroviaria? Para responder estas preguntas, el Archivo Nacional de la Administración (Matucana #151) inauguró una exposición denominada Los trenes fantasmas de Matucana: entre archivos y memoria.

Esta muestra recoge fotografías, archivos y material audiovisual. Todos estos registros fueron analizados gracias a los aportes del Archivo Central Andrés Bello, el Archivo Fotográfico de la Biblioteca Nacional y el Museo Histórico Nacional.

Emma de Ramón, directora del Archivo Nacional, señaló que el proyecto surgió para dar respuesta a todos aquellos testimonios de vecinos que hablaban respecto de una rica historia ferroviaria del barrio.

“Empezamos a buscar y encontramos toda esta maravilla de tradiciones, de recuerdo, de memoria y, esa, precisamente, es una de las funciones del Archivo Nacional. Además, es cosa de cruzar la calle y ya aparecen las líneas del tranvía”, dijo.

La historiadora también planteó la importancia del ferrocarril en nuestro país.

“Chile hizo una gran inversión en trenes, lo que generó toda una especialidad técnica y una gran cantidad de personas que se dedicaron a este oficio en diferentes actividades. Cien años después, curiosamente, comenzaron a desaparecer, porque los gobiernos, particularmente, la dictadura, hizo una apuesta totalmente diferente hacia el transporte petrolero de camiones y buses. Con eso olvidó el transporte ferroviario y olvidó toda esa inmensa inversión que había hecho el país”, explicó.

La exhibición

La muestra, pese a que pone su acento en el eje Matucana, también repasa una serie de hitos de la historia de los ferrocarriles, entre los que destacan los ferrocarriles trasandinos Arica-Tacna y Arica-La Paz; el último viaje de Gabriela Mistral en tren; el Ferrocarril de Circunvalación, que dispuso su trazado en la periferia de Santiago; y el tren subterráneo Alameda-Yungay, popularmente conocido como “el tren fantasma”.

Este último data de 1931, cuando la Dirección de Obras Públicas aprobó un proyecto de ley para construir un túnel subterráneo. Finalmente, este fue inaugurado doce años después y tuvo una extensión de 2, 5 kilómetros, atravesando la Alameda, Quinta Normal y el Internado Barros Arana, hasta emerger en la ex Estación Yungay.

Al respecto, Rolando Báez, curador de la muestra, sostuvo que la exhibición se estructura de acuerdo a diversos contenidos.

“Recogimos varias cosas, por un lado, los edificios que rodean el sector, la calle y, por otro lado, la vida que se desarrolló aquí, en Matucana. Esta fue la puerta de entrada para muchos migrantes nacionales: gente que vino del norte y del sur. Violeta Parra se instaló acá, igual que Jodorowsky, entonces, también vemos que hay una vida popular muy intensa”.

“Además, queríamos armar una trama narrativa desde los archivos, que son documentos que, si bien parecen muy lejanos para la comunidad, adquieren otra dimensión si se ponen en contexto. Ese fue un poco el reto y, finalmente, a través de este ejercicio logramos reconstruir una historia capaz de activa patrimonialmente los registros, que fue otra cosa que nos pareció interesante”, planteó el investigador.

La exhibición estará abierta hasta el 25 de octubre con entrada gratuita. También podrá visitarse en el marco de la celebración del Día Nacional del Patrimonio, que se conmemora este fin de semana.