“La política en el neoliberalismo” es el libro que acaba de presentar para la Editorial LOM, el exdirector de Escuela de Sociología y académico de la Universidad de Chile, Carlos Ruiz Encina, y que es, además, una mirada comparativa de los procesos políticos de transición de Argentina, Brasil y Chile.
Todo esto, a meses de las elecciones argentinas, que para muchos analistas internacionales serían una muestra de cuán consolidado estaría el giro a la derecha en Sudamérica o, al revés, si volverán al gobierno algunos de los liderazgos del llamado ciclo progresista. Aquello hace necesario analizar la instalación del neoliberalismo en Latinoamérica como doctrina, pero sobretodo el rol jugado por liderazgos nacionalistas e incluso socialdemócratas en ese proceso.
En el caso de Chile, recordó Ruiz, lo que llevamos en esta etapa ha durado incluso más que el proceso de industrialización iniciado en 1938, si se cuenta desde la irrupción de los llamados Chicago Boys en 1975.
“Vamos a cumplir 50 años en esto. Y los esfuerzos de transformación que se le han opuesto han sido infructuosos. Entonces, también es hora de repensar las alianzas políticas planteándose un horizonte distinto al que se centró en la dinámica de las transiciones”, indicó Ruiz Encina a Diario y Radio Universidad de Chile.
Muchas de estas transiciones, en América Latina, partieron con movimientos que buscaban cambiar el modelo, pero sin embargo terminaron sucumbiendo a éste con el tiempo. Así, por ejemplo, sucedió con el peronismo de Carlos Menen en Argentina o con el Apra de Alan García en Perú.
“En Chile generalmente se asocia que el neoliberalismo es Pinochet, pero la transformación liberal no se produce en dictadura en la mayoría de América Latina, sino en la democracia de los años noventa”, sentenció Ruiz.
Para el académico, la transición en Chile se propuso enfrentar el concepto de Estado con el de mercado; sin embargo, al crecer el gasto social estatal, muchos de esos servicios empezaron a ser subsidiados, pero entregados a su vez a una oferta privada. Es decir, según explicó Ruiz, surgió “una especie de empresariado dependiente del subsidio estatal”.
Pero, ¿cuál es el rol de los bloques de izquierda hoy luego de este análisis?
Según Ruiz, la consolidación de la derecha en diversas partes de Latinoamérica tuvo que ver con que se apropiaron de una idea de libertad y autonomía reclamada por la sociedad, pero la convirtieron en una “libertad mercantil que no tiene otro horizonte”. En ese sentido, desmontar este modelo no dependería solo de la tendencia que tendrá el próximo ganador de las elecciones, partiendo por la argentina, sino en cómo se instalan estas discusiones en los bloques de izquierda.
En el caso de Chile, Ruiz recalcó que el Frente Amplio se encuentra ante una posibilidad histórica de “ser una fuerza capaz de instalar transformaciones efectivas”. El proceso, sin embargo, será largo y desmontar el modelo demorará quizás lo mismo que tomó consolidarlo.
El debate actual de las pensiones, por ejemplo, según indicó Ruiz, es una oportunidad para encontrar fórmulas graduales de salir. Esto sin descuidar la consolidación de los bloques políticos. “Tiene que entender (el Frente Amplio) que tampoco un camino propio es completamente realizable”, señaló al respecto el académico.