El domingo recién pasado, el Presidente Sebastián Piñera, en el marco de la celebración del Día del Patrimonio, dio dos importantes noticias: mientras por un lado firmó el proyecto de ley que busca promover el resguardo del patrimonio, por otro, anunció la reapertura del Museo Histórico Nacional (MHN).
Esta última información atrajo las miradas de distintos sectores, sobre todo, porque el espacio cerró sus puertas en marzo para dar inicio a un proceso de restauración y ampliación que duraría entre dos y tres años.
“Este es un paso gigantesco que da esta institución y el patrimonio de nuestro país para que este museo se agrande, se amplíe y entregue mejores servicios a los ciudadanos”, dijo entonces la ministra de las Culturas, las Artes y el Patrimonio, Consuelo Valdés.
Mientras, por su parte, el ministro de Obras Públicas, Juan Andrés Fontaine, destacó el aporte que este proyecto hace no solo al ámbito cultural, sino también social y económico. “Este hito de ampliación y restauración también es creación de empleos y progreso económico y social, aportando a la cultura nacional y al patrimonio”, sostuvo.
Pero, ¿a qué se debe el cambio de decisión? A principios de mayo, el Presidente Sebastián Piñera visitó, junto a la Ministra de las Culturas, el antiguo edificio de la Real Audiencia con el fin de celebrar un nuevo aniversario del museo.
En ese contexto, los trabajadores se habrían enterado del cambio de decisión. ¿El argumento de fondo? Favorecer la ampliación hacia Correos de Chile, puesto que esta iniciativa implicaría menos recursos económicos que el proyecto trabajado desde 2013. Sin embargo, hay quienes sostienen que la razón fue otra: acelerar el proyecto del Museo de la Democracia.
El proyecto original
El proyecto desarrollado por la firma de arquitectos Aguiló + Pedraza consistió, básicamente, en la construcción de un nuevo edificio que permitiría la ampliación de 3 mil metros cuadrados, así como la creación de un depósito, un laboratorio y un auditorio.
La semana pasada, de hecho, los arquitectos presentaron uno de sus últimos informes, con lo cual el proyecto quedaba listo para ejecutarse. Mas, el panorama cambió cuando el domingo recién pasado, a través de la prensa, los profesionales conocieron que la iniciativa pasaría a una segunda etapa.
Rodrigo Pedraza, uno de los arquitectos de la firma, sostuvo que el cambio no es extraño, ya que ningún proyecto de diseño es vinculante, no obstante, advierte que nunca existió una información formal respecto del curso de la iniciativa.
“En términos oficiales no hubo información, pero había una conversación y un interés de volver a abrirlo a corto plazo, pero, oficialmente, todos nos informamos el domingo”, dijo el arquitecto.
Pedraza también reconoció que el proyecto está listo desde diciembre del año pasado y que, durante estos meses, se trabajó en una coordinación de “especialidades”, lo que implica una planificación respecto de ámbitos como iluminación y electricidad, entre otros.
“El proyecto tiene todas sus aprobaciones al día e, incluso, posee resolución satisfactoria, que es una de las fichas más importantes en teste tipo de proyectos”, añadió el profesional, quien dice desconocer el trasfondo del anuncio.
¿Improvisación?
Los trabajadores del patrimonio también han sido críticos respecto del proceso de cierre y apertura del Museo. Junto con señalar que la decisión se tomó a puertas cerradas, advierten que no existe un argumento que permita comprender el cambio de la institución.
“Esta es una noticia que nos sorprende y que da cuenta de la peor gestión institucional a cargo de los temas patrimoniales. De alguna manera, ya teníamos antecedentes de que esto iba a ocurrir, pero no sabemos quién toma la decisión, y esa es una de las aclaraciones que vamos a solicitar”, planteó Jorge González, vicepresidente de la Asociación Nacional de Trabajadores y Trabajadoras del Servicio Nacional del Patrimonio Cultural (Anatrap).
“El 5 de marzo el Museo cerró con bombos y platillos. En todos los medios se dijo que esta era una de las remodelaciones más importantes, incluso, a nivel latinoamericano y, de pronto, sin aviso, el Museo se abre. Para nosotros este tema no pasa inadvertido y, en resumen, da cuenta de la improvisación de las autoridades del Ministerio en cuanto al resguardo del patrimonio”, dijo el dirigente.
Asimismo, González planteó que solicitarán que se fiscalice la utilización de recursos que, en una primera instancia, irían dirigidos al proyecto de ampliación y remodelación original. En tanto, sostuvo que, como organización, llevarán el tema a la comisión de Cultura de la Cámara de Diputados. “Estamos sorprendidos con la noticia y vamos a hacer todas las consultas respectivas”, concluyó.
Una restauración a puertas abiertas
Desde el Museo ya han señalado que en una primera etapa se trabajará en la ampliación del espacio hacia el edificio de Correos. El objetivo es que la remodelación comience a fin de año y que concluya en 2021. Si esto se cumple, se podría avanzar hacia una segunda etapa para licitar el nuevo edificio.
Esto permitirá a los visitantes conocer el segundo piso del inmueble. Durante el segundo semestre de este año también se inauguraría una exposición dedicada al nuevo guion curatorial del lugar.
Pese a ello, el proceso aún despierta dudas: ¿cómo se tomó la decisión y qué pasó con los presupuestos barajados para el proyecto original? Esas son algunas de las interrogantes que aun deben ser respondidas.