Venezolanos marchan en rechazo a informe de la ONU sobre DD.HH.

Diversas organizaciones sociales afines al gobierno de Nicolás Maduro, se movilizarán en contra de las conclusiones del informe elaborado por la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet.

Diversas organizaciones sociales afines al gobierno de Nicolás Maduro, se movilizarán en contra de las conclusiones del informe elaborado por la Alta Comisionada de Derechos Humanos de Naciones Unidas, Michelle Bachelet.

La militancia política y movimientos sociales afines a la Revolución Bolivariana marcharán hoy por las céntricas avenidas de la capital venezolana en rechazo al informe de la alta comisionada de la ONU sobre Derechos Humanos.

El Partido Socialista Unido de Venezuela convocó para este sábado a una concentración popular para ratificar el repudio al documento presentado por la exmandataria chilena Michelle Bachelet sobre la situación de los derechos humanos en el país, calificado de parcializado y discriminatorio por autoridades, expertos y organizaciones no gubernamentales.

De conjunto con la nueva ronda de conversaciones entre el Gobierno y la oposición -desarrollada en Barbados con la mediación de Noruega-, las manifestaciones en contra de la sesgada relatoría de Bachelet marcaron el escenario político nacional en la última semana.

El representante permanente de Venezuela ante la Organización de Naciones Unidas en Ginebra (Suiza), Jorge Valero, entregó la víspera una carta enviada por el presidente Nicolás Maduro a la alta comisionada, que reflejó el rechazo del jefe de Estado al referido informe.

La misiva refirió que la postura asumida por esta oficina del Sistema de Naciones Unidas es ‘profundamente lesiva a la dignidad del pueblo venezolano’, al tiempo que destacó que Bachelet durante su visita a territorio bolivariano ‘no escuchó a Venezuela’.

‘Ha presentado usted un informe plagado de falsas afirmaciones, tergiversaciones y manipulaciones en el uso de datos y fuentes, un reporte carente de equilibrio y rigor, abiertamente parcializado, el cual no recoge las informaciones aportadas por el Estado, sino por manidas matrices mediáticas (…)’, expresó el mandatario.

Maduro detalló que el documento de la ONU se alinea con las políticas del Gobierno de Estados Unidos para agredir simbólicamente a Venezuela, en su afán de intervenir la nación para destruir el proyecto bolivariano y apoderarse de los recursos naturales, bajo la justificación de una supuesta crisis humanitaria.

Precisó que resulta paradójico catalogar un proceso político como dictadura tras legitimarse por 23 ocasiones mediante el sufragio popular, además de reducir la pobreza por necesidades básicas insatisfechas a un tercio de la que existía antes de la llegada de la Revolución al poder.

Maduro recordó las afectaciones provocadas por el bloqueo económico, comercial y financiero impuesto por Estados Unidos, que costó al país más de 30 mil millones de dólares de sus activos petroleros embargados en el exterior y la confiscación de siete mil millones en entidades bancarias, cuyo destino era la compra de alimentos y fármacos.

El presidente recalcó que el Estado venezolano está en la permanente disposición de reivindicar el ejercicio pleno de los derechos que asisten a las personas por su naturaleza humana.

Al respecto, el representante permanente de Venezuela ante la ONU, Samuel Moncada, denunció la víspera las pretensiones de utilizar el tema de los derechos humanos como arma política para agredir al país sudamericano y justificar una posible intervención.

Moncada manifestó la voluntad del Ejecutivo de trabajar con el equipo de Bachelet desplegado en territorio venezolano, aunque aseveró que no se permitirá el empleo de los derechos humanos ‘como justificación para un golpe de Estado, como ocurrió (este viernes) en la Organización de Estados Americanos (OEA)’, enfatizó.

En ese contexto, el secretario general de la OEA, Luis Almagro, y el enviado especial de Estados Unidos para Venezuela, Elliott Abrams, pidieron mayor presión y agresión contra la nación sudamericana, denunció el diplomático.

De tal forma -advirtió el embajador- quieren frenar los intentos de diálogo político que se desarrollan en Noruega y Barbados, y buscan justificaciones para una posible intervención.





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