La investigación sobre la muerte del poeta Pablo Neruda hoy enfrenta una de sus últimas etapas. No obstante, el caso vive un nuevo debate: se trata de una denuncia de la familia del poeta, que afirma que la investigación ha sido aplazada de forma intencional. Según advierten, ante este escenario, el Instituto Forense de Santiago ha obstruido el proceso.

Para el abogado de la familia, Rodolfo Reyes, quien también es sobrino de Neruda, el Servicio Médico Legal ha retrasado la entrega de los sedimentos extraídos de la tumba del poeta, muestras que son vitales para concluir la investigación que determinaría si Neruda fue envenenado.

De acuerdo a Reyes, el Instituto Forense afirmó que no poseía estos sedimentos, que ya habían sido utilizados en otros análisis. “Pero durante una búsqueda ordenada por el juez forense Mario Carroza, el pasado 25 de julio, se encontraron los frascos”, explicó en conversación con RFI.

“Es inexplicable que el Servicio pueda mentirle al juez. Esto ha tenido consecuencias muy negativas en este caso de Neruda”, afirmó.

La investigación llevada a cabo por la justicia chilena se ha retrasado varios meses. A partir de ahora, la familia de Pablo Neruda espera que las muestras se envíen rápidamente al laboratorio canadiense para un nuevo análisis que permita esclarecer el caso.

Las indagatorias sobre la muerte del poeta comenzaron en 2013 cuando se exhumó su cuerpo para verificar si murió o no de un cáncer que lo aquejaba.

Hace dos años, una docena de expertos internacionales habían establecido la presencia de una gran cantidad de una sustancia paralizante en el cuerpo del poeta. Pero el suelo alrededor de la tumba del militante comunista aún tenía que ser analizado, para estar seguros de que la contaminación no fue producida después de su muerte.