Blanca Varela: la poeta que corta el cuello de la poesía superficial

Tras una breve visita a Chile, Miguel Ángel Zapata editor del libro Degollado Resplandor. Poesía Selecta, se refirió a lo esencial de la prosa de Blanca Varela. La publicación coeditada por Editorial Universitaria y Fundación Vicente Huidobro abre la puerta en nuestro país al registro preciso de la reconocida poetisa del Perú.

Tras una breve visita a Chile, Miguel Ángel Zapata editor del libro Degollado Resplandor. Poesía Selecta, se refirió a lo esencial de la prosa de Blanca Varela. La publicación coeditada por Editorial Universitaria y Fundación Vicente Huidobro abre la puerta en nuestro país al registro preciso de la reconocida poetisa del Perú.

En marzo de este año se cumplieron 10 años de la muerte de Blanca Varela. Recién en abril se publicó en Chile una primera antología para dar a conocer a la poeta de la costa peruana, cuyo mar fue para ella una importante fuente de inspiración.

Esta coedición viene a saldar la deuda con la escritora reconocida con varios premios internacionales y que es parte del “siglo de oro de la poesía latinoamericana del siglo XX”, concepto con el que Miguel Ángel Zapata sitúa a Varela.

La poeta peruana recibió el impulso de la amistad con Octavio Paz, y sus versos sienten y traspasan la influencia de César Vallejo. Blanca Varela pertenece en su país a la generación del 50 junto a poetas como Carlos Germán Belli y Jorge Eielson.

Miguel Ángel Zapata describe el lenguaje de Blanca Varela como complejo, con un comienzo en el surrealismo y que, como Celan, su otro faro, también se acerca al dolor, algo que puede leerse en el poema “Casa de cuervo”, en el que habla de la muerte trágica de su hijo. Ese poema dialoga sobre el amor de una madre pero “sin alcanzar una excesiva ternura o romanticismo que llegue a la tontería, pues trata de una poesía de alto nivel que manifiesta el dolor sin decir: me duele el alma”, precisa Zapata.

¿Qué significa que Blanca Varela opte por la “palabra eludida”?

“Ella no busca lo fácil. Por ejemplo, en varios de sus poemas pone tres palabras seguidas que tienen una conexión una con otra pero con su propio peso. Además, evita la coma y ser demasiado explicativa. Deja al lector que sopese. Entonces ella puede escribir y nosotros leer: piedra casa nube”.

¿Así corta el cuello a la poesía superficial?

“Hay tanta gente que escribe aparentemente una poesía transparente. El que la lee puede decir lo entiendo todo, pero en realidad esos poemas son engañosos porque parecen muy fáciles. La realidad es que no todos pueden escribir poesía transparente a la manera, por ejemplo, de Nicanor Parra. Todos sus imitadores son malos. En cambio, Blanca Varela se aleja de todo ese grupo de poetas. Es una poeta compleja y al mismo tiempo hay algo prístino en su obra. Cuando la leo me puedo emocionar”.

En el amplio mundo de la poesía latinoamericana, Blanca Varela pertenece a ese grupo de destacadas poetisas como Alejandra Pizarnik, Olga Orozco y Rosario Castellanos.

 

 

Porque te alimenté con esta realidad
mal cocida
por tantas y tan pobres flores del mal
por este absurdo vuelo a ras de pantano 
ego te absuelvo de mí 
laberinto hijo mío.

 

Del poema “Casa de Cuervos”




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