Marco Oneto anunció su retiro de la selección de balonmano

El mejor exponente chileno de este deporte en su historia anunció que dejará la selección luego de haber conseguido la medalla de plata en Lima 2019.

El mejor exponente chileno de este deporte en su historia anunció que dejará la selección luego de haber conseguido la medalla de plata en Lima 2019.

El balonmano le permitió pasearse entre las grandes ligas. Estuvo en clubes ‘top’ de España, Hungría, Alemania, Polonia, Portugal e Italia. Marco Oneto, es el máximo exponente chileno de este deporte. Tiene un curriculum envidiable pero decidió salir de la cancha, a partir de hoy, para verlo desde afuera. Hoy a sus 37 años, en la final contra Argentina, jugó su último partido. Se retiró con la medalla de plata en su pecho pero antes habló de cómo llegó apasionarse con esta disciplina.

¿Fue difícil haber tomado la decisión de retirarte?

“Mi familia hace tiempo me está pidiendo que me retire, tiene miedo de todos los golpes que me he llevado. Mi intención siempre fue retirarme en casa, pero no hay ningún torneo en Chile como para hacerlo ahí, por eso lo haré en los Panamericanos. Desde los 15 años estoy con la selección adulta, ya tengo 37. Ya es tiempo”.

¿Te sientes un referente?

“No me siento un referente, hay muchos. No quiero ser solo un deportista, quiero darle a mi país todo lo que me dio el balonmano”.

Oneto con la medalla de plata que ganó el balonmano chileno en Lima 2019.

Oneto con la medalla de plata que ganó el balonmano chileno en Lima 2019.

¿Qué pasará luego?

“Tengo una fundación que lleva mi nombre. Hace cuatro años vamos trabajando para el desarrollo del balonmano y del deporte en sí. Trabajamos con chicos que fueron delincuentes, que salen de la cárcel. Un poco a la reinserción a través del deporte. Los apoyamos para que sean profesionales, les damos la ayuda que nosotros no tuvimos”.

¿Por qué balonmano y no fútbol u otro deporte?

“Soy súper poco deportista, no lo veo, no lo sigo, no tengo a algún deportista que me haya inspirado. Fue un accidente, sinceramente. Soy bruto, soy tosco; entonces el balonmano me encontró y me gustó. Tengo una forma de ser en que no puedo hacer algo a medias, así que me metí de lleno a esto y así fue. Llegué con 17 años a Barcelona, todos eran buenos, todos. Yo ni siquiera sabía jugar, era el peor pero el que se las busca las consigue”.





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