Un informe publicado este miércoles por la Cámara Chilena de la Construcción (CChC) concluyó que adquirir una casa o un departamento en Chile es “severamente no alcanzable”.
Esta afirmación asienta sus bases en dos datos puntuales.
Desde el 2011, el precio de las viviendas aumentó en poco más de 67 por ciento; mientras que, los sueldos lo han hecho solo en un 24,7 por ciento.
Además de esto, si se expresara en años el tiempo que una familia en Chile debe destinar todo su sueldo para la compra de una vivienda, el promedio sería de 7,6 años.
Así, el panorama para acceder a una vivienda en el país es mucho más complejo que en ciudades como Montreal, en Canadá, o Manchester, en Inglaterra.
Hasta este punto, los expertos han celebrado el pronunciamiento de la CChC respecto de un problema del que habían evitado hablar en años anteriores. Consultado por Diario y Radio Universidad de Chile, el arquitecto y académico de Facultad de Arquitectura y Urbanismo, Juan Pablo Urrutia, aseguró que, desde el mundo académico, se ha insistido en esto desde hace muchos años.
“La academia ha puesto la alerta sobre el aumento del precio de las viviendas desde hace muchos años. Ahora, este informe tiene una dimensión positiva ya que son todos los actores que entran en el consenso de que el precio de las viviendas ha aumentado a precios inalcanzables, como lo califican en la Cámara. Lo positivo es que ya no se trata de un debate”, explicó Urrutia.
Sin embargo, el problema del informe estaría cuando la Cámara de la Construcción intenta explicar las razones que lo han agravado: el IVA en las propiedades aplicado con la Reforma Tributaria en 2016, y la dificultad para acceder a suelo en determinadas comunas.
Esto, en el análisis de algunas organizaciones como el Comité de Vivienda Santiago Multicolor, vendría con la intensión subalterna de defender políticas como la construcción en altura, o en la misma línea del llamado proyecto de Integración Social, aprobado hace solo dos semanas por la Cámara de Diputados.
La presidenta de dicho Comité, Valeria Bustos, conversó con nuestro medio y explicó que ninguna de estas iniciativas, o posibles soluciones, están pensadas en garantizar mayor acceso a viviendas en el país.
“Pensemos en edificios que se construyen, los que compran son grandes inversionistas y ellos nos arriendan a nosotros, a los que no tenemos posibilidad de tener un crédito hipotecario. En Chile ha aumentado el arriendo porque se nos niega la posibilidad de comprar mediante crédito hipotecario a las clases medias bajas. Si tú como pobre necesitas tener una casa, estás obligado a irte a la periferia”, criticó Bustos.
Además, el arquitecto y académico de la Universidad de Chile, Ernesto López, en conversación con nuestro medio, se pronunció directamente sobre las razones que entrega el informe mencionado.
“Es real que existen algunas comunas cuyos planes reguladores han tendido a ponerse más restrictivos, pero ese es solo uno de los factores. Lo mismo con la Reforma Tributaria. Se produjeron alzas en la compra de viviendas, pero sus precios han venido imparablemente subiendo en los últimos diez años con o sin Reforma Tributaria, con o sin congelamiento de plan regulador”, indicó López.
Así, para el estudioso de este problema en Chile, las razones de peso que el Estado debería enfrentar tienen que ver con que, en la actualidad, todo el sistema inmobiliario está privatizado y enfocado en generar regalías, mas no soluciones.
Incluso, según López, hoy los actores que han entrado en el rubro inmobiliario incluyen a las AFPs, cuyas inversiones pueden ser usadas hasta en un 15 por ciento en el mercado inmobiliario, justamente por el enfoque mercantil que se le ha otorgado.
Con todo esto, para el académico las soluciones que podría brindar el Estado llegarían un poco tarde, dada la gravedad del asunto.
“En la academia estamos convencidos de que una intervención por parte del Estado no basta, ni con las restricciones de los planos reguladores. Cuando eso pasa, se justifican aún más el alza de viviendas. Una comuna que decida proteger un barrio justifica más que el sector inmobiliario diga, ‘como nos están impidiendo construir en altura, la vivienda ahora es más cara porque el suelo es escaso’”, explicó López.
El informe entregado por la Cámara Chilena de la Construcción plantea también el aumento de personas que arriendan una vivienda en el país. Según figura allí, si a comienzos de la época el porcentaje de arrendatarios era de 18 por ciento, hoy es de un 24 por ciento.
Sin embargo, hay que recalcar que esto no es necesariamente un problema. Para Ernesto López, por ejemplo, arrendar no traería ninguna consecuencia nociva al país, pero, en este caso, más que una opción, se vuelto la única forma de sobrevivencia y casi una imposición.