Hace dos años, el equipo del Museo Benjamín Vicuña Mackenna comenzó a trabajar en una nueva propuesta museográfica con el objetivo de avanzar hacia un proyecto ciudadano, dinámico y crítico respecto de los grandes temas de la ciudad.

De esta forma, los expertos que resguardan la antigua casona del urbanista dieron paso a un proyecto que, finalmente, será inaugurado el próximo jueves 3 de octubre a las 12:00 horas, en una actividad abierta a toda la comunidad.

“Había una evaluación bastante crítica en el sentido de que la muestra ya no generaba tanto interés y que no se estaban usando medios más actuales de la museografía. Entonces, a raíz de ese diagnóstico, empezamos a trabajar en una exposición mucho más contemporánea. Esperamos que sea bien atractivo”, dijo el director de la entidad, Ricardo Brodsky.

Para la elaboración de esta iniciativa, se realizaron encuestas y entrevistas, lo que dio cuenta la urgencia de una transformación. Así, se llegó a una renovación museográfica que contempla dos salas de exposición permanente, una sala taller dedicada a la mediación, así como la habilitación de nuevo depósito y la mejora de la biblioteca.

En una primera parte se resaltará la vida de Benjamín Vicuña Mackenna y su familia, mientras, en una segunda parte, se hablará sobre el legado intelectual del ex Intendente de Santiago, quien en su época, planteó temas como la necesidad de las áreas verdes y la relevancia de la planificación urbana.

Andrea Muller, encargada del Área de Exhibiciones del Sistema Nacional de Museos, señaló que con la transformación se avanza hacia una propuesta en armonía con la comunidad, dejando atrás una curatoría fuertemente ligada al patrimonio material del intelectual.

“La museografía anterior era mucho mueble: había armarios y escritorios, y no teníamos tan claro si eran cosas del mismo Vicuña Mackenna, entonces, en el fondo, era una propuesta que no ayudaba a levantar al personaje ni tampoco permitían entender su importancia. Entonces, lo que se trabajó acá fue lo que él representa y su mirada visionaria sobre la ciudad”, dijo la investigadora.

“En el fondo la renovación hace esa conexión respecto de que sus preocupaciones son las mismas preocupaciones que tiene hoy la ciudad: la planificación, el agua”, añadió.

El Museo también comprende una sala de exposiciones temporales, espacio que, bajo esta nueva lógica, permitirá debatir respecto de las discusiones actuales del urbanismo. Los protagonistas de este espacio serán todos quienes busquen reflexionar desde este lugar, entre ellos, artistas, académicos e incluso, la misma comunidad. A ello se sumará un programa donde se efectuarán charlas, talleres y visitas guiadas.

La renovación también abre un nuevo ciclo, ya que, a largo plazo la idea es refrescar por completo el espacio cultural. La intención es seguir en la línea de lo que han hecho museos como el de Valparaíso y Aysén, que han transformado por completo sus iniciativas. Asimismo, otro punto importante a desarrollar es cómo el museo, fundado en 1957, se revitalizará de acuerdo al eje cultural de Plaza Italia. “El museo quiere ser un referente”, concluyó Andrea Muller.