“Chile reclama un nuevo acuerdo social. La actual crisis de nuestra democracia ha sido gatillada por un modelo que logra generar riqueza, pero que distribuye inequitativamente sus frutos. Adicionalmente, existe una profunda desconfianza ciudadana hacia todas las instituciones y entre nosotros/as mismos/as. Esta es la crisis social y política más relevante desde la vuelta a la democracia”. Esta reflexión es parte de una “Carta abierta de la sociedad civil” que publicaron más de 300 organizaciones en medio del estado de excepción constitucional decretado por el Gobierno.

En entrevista con Diario y Radio Universidad de Chile, Leonardo Moreno, encargado de políticas públicas de la Fundación para la Superación de la Pobreza, advirtió que la “violencia estructural” ha estado presente en Chile hace muchos años.

“La Fundación ha planteado que la pobreza en Chile va de la mano de la desigualdad. Hemos logrado superar las peores formas de pobreza, como el hambre que teníamos en el país hace años atrás, pero tenemos una población vulnerable elevada, gente que no llega a final de mes,  bajos salarios, entre otras evidencias que no hemos podido abordar”, reflexionó Moreno.

“La crisis que nadie previó” titulaba un diario de circulación nacional durante este domingo cuando se cumplía la segunda jornada en estado de emergencia en parte de la Región Metropolitana, pero también con manifestaciones en otras regiones del país. Moreno mencionó que en las redes circulaba una modificación de ese titular: “La crisis que la élite no vio venir”.

“Llevamos años diciendo que el 65 por ciento de los chilenos llega a final de mes con más deudas que los ingresos que tienen, la educación, salud, la falta de espacios verdes, son injusticias que se van superponiendo sobre las mismas personas. Cualquiera que desde afuera mira esto entiende que  un estallido social era predecible, sin tener la fecha y la razón específica por lo cual esto podía reventar”.

Entre los representantes de organizaciones firmantes de esta carta abierta se encuentran Fundación Vivienda, Fundación Huella Local, Comunidad de Organizaciones Solidarias, Fundación Súmate, Fundación Hogar de Cristo, Corporación Nuestra Casa, Corporación Yo Mujer y Fundación Para la Confianza.

Este domingo, se sumaron a una reunión que se realizó en el Palacio de La Moneda. A la instancia, asistieron Sebastián Bowen (Techo Chile), José Tomás Vicuña (Servicio Jesuita Migrante), Benito Baranda (América Solidaria), Alejandra Pizarro (Comunidad de Organizaciones Solidarias) y Karoline Mayer (Fundación Cristo Vive), entre otros.

“Planteamos (en la cita), de manera muy sincera, que como instituciones hemos fallado, porque no logramos convencer de que esta situación se estaba incubando hace tiempo y eso tenía que ver con las grandes desigualdades”, reflexionó Leonardo Moreno.

El encargado de políticas públicas de la Fundación para la Superación de la Pobreza agregó que manifestaron a las autoridades su disposición para sumar una mesa de conversación.

“Hay que sentar a la mesa a aquellas personas que nunca han sido escuchadas y que el diálogo para resolver esta crisis sea más simétrico. Con la gente que vive en regiones, en el mundo rural o en campamentos”, planteó.

Leonardo Moreno se refirió a la necesidad de abordar una agenda corta relacionadas con puntos claves como pensiones, bajos sueldos, una real descentralización, campamentos, migración y la participación social. “Cuando uno mira estudios de desigualdad, hay una que duele: la desigualdad de trato. Tiene que ver con la posibilitad de participar en las decisiones que les atañen”, afirmó.

Otro de los temas en La Moneda fue los canales de conversación directo con las autoridades. “Para nosotros el diálogo con algunos interlocutores del gabinete (de Sebastián Piñera) es difícil o, por lo menos, un diálogo razonable”, dijo Moreno y adviertó que “han pasado situaciones graves en estos años y, lamentablemente, el diálogo con ellos desde distintos ámbitos no da cuenta de un clima de entendimiento y de buscar soluciones para este tipo de temas”.

A su juicio, entre las medidas de corto plazo, se deberían considerar cambios en la interlocución con las organizaciones.