La elección de una nueva directiva de la Asamblea Nacional de Venezuela terminó siendo escenario para golpes, violencia, usurpación de funciones y finalmente la ratificación del opositor Juan Guaidó al frente del Parlamento, aunque el chavismo afirma que otro diputado, Luis Parra, ahora es quien encabeza el poder legislativo, informa nuestro corresponsal en Caracas, Víctor Amaya.
Así cerró una jornada que comenzó con el bloqueo militar del Palacio Legislativo, lo cual impidió la llegada de la mayoría de diputados a la hora prevista para la sesión. Por ello, el chavismo y algunos opositores disidentes, en minoría numérica, iniciaron la reunión y en un procedimiento de dudosa cualidad legal, nombraron a Luis Parra como presidente de la Asamblea Nacional, sin hacer verificación de quorum y con votación a mano alzada de algunos presentes.
“Él no entró sencillamente porque no tenía los votos”, dijo Parra, quien aseguró que un total de 81 diputados votaron a favor de la elección de la nueva junta directiva.
Pero Juan Guaidó estaba afuera, forcejeando con militares que le impedían a él y a otros parlamentarios entrar al edificio. Incluso intentó trepar por una de las rejas para poder ingresar.
Más tarde, el gobernante Nicolás Maduro reconoció a Parra como nuevo jefe parlamentario, mientras Juan Guaidó se reunía con la mayoría de diputados para realizar una sesión legal que escogió la directiva, y con 100 votos de diputados presentes lo ratificó en la jefatura de la Asamblea, así como en la llamada “presidencia interina” del país.
“Lamento profundamente el bochornoso show impulsado por la dictadura”, dijo Guaidó, en contra de “una mayoría que a pesar de ser chantajeada, perseguida, amenazada, encarcelada, no han logrado doblegar”.
El martes 7 de enero habrá sesión ordinaria, y se verá de nuevo la lucha por la principal silla del poder legislativo venezolano.
Reacciones y condenas
Los países del Grupo de Lima condenaron “el uso de la fuerza por el régimen dictatorial de Nicolás Maduro para impedir que los diputados de la Asamblea Nacional puedan acceder libremente a la sesión” y afirmaron desconocer “el resultado de una elección que vulnera esos derechos y que se ha dado sin la plena participación de los diputados que acudieron a la sesión”.
El gobierno del presidente Alberto Fernández aseguró que “impedir por la fuerza el funcionamiento de la Asamblea Legislativa es condenarse al aislamiento internacional”, y calificó la acción de “golpe parlamentario“.
Brasil acusó a Maduro de impedir “a la fuerza la votación legítima” en el Parlamento de Venezuela, y advirtió que desconocerá el resultado de esa “afrenta a la democracia”.
La presidenta interina de Bolivia, Jeanine Áñez, declaró su “rechazo rotundo a la intervención del régimen de Nicolás Maduro a la Asamblea Nacional de Venezuela”, lo que vulneró “su independencia”. La presidente conservadora reiteró su “apoyo a @jguaido, a los miembros de la @AsambleaVE y a todos los valientes venezolanos, para que pronto puedan recuperar su democracia”.
“El resultado de un proceso de elección de la Mesa Directiva realizado de manera fraudulenta, sin transparencia ni garantías, no será reconocido por el Estado colombiano”, indicó en Twitter la Cancillería colombiana. “Este nuevo atentado contra la democracia del régimen ilegítimo de Nicolás Maduro debe ser condenado por todos los Estados comprometidos con la vigencia del Estado de Derecho y los Derechos Humanos”, instó el gobierno en un tuit posterior.
Por su parte, Estados Unidos felicitó el domingo a Juan Guaidó tras esa jornada convulsa: “Felicito a Juan Guaidó por su reelección como presidente de la Asamblea Nacional venezolana y condeno los esfuerzos fallidos del exrégimen de Maduro de negar la voluntad de la democráticamente elegida Asamblea Nacional”, dijo el secretario de Estado, Mike Pompeo.