Hasta hace algunos años, la superficie cubierta de agua en el Parque Peñuelas, en la región de Valparaíso, abarcaba poco 1600 hectáreas. Sin embargo, hoy no supera las 90.
De acuerdo al reporte más reciente de Esval, actualmente Peñuelas se encuentra al 2 por ciento de su capacidad, ya que se alimenta netamente de precipitaciones, por lo que los 145 milímetros de agua caída durante 2019 en la zona afectaron gravemente su abastecimiento, provocando además la migración de fauna y la consiguiente sequedad de la vegetación aledaña, creando un ambiente perfecto para incendios forestales.
La jefa del Departamento de Áreas Silvestres Protegidas (ASP) de la Conaf, Javiera Meza, declaró a El Mercurio que el cuerpo de agua podría secarse pronto “debido a la rápida evaporación que provocan las altas temperaturas en un embalse de baja profundidad como este, que en algunos sectores tiene entre 40 y 50 cm de calado”.
“Ya hemos vivido situaciones complicadas, como cuando hemos tenido el lago con solo cinco hectáreas de superficie, y esa situación se podría volver a repetir ahora”, agregó Meza.
A la vez, la jefa de ASP señaló que la única solución real al grave problema que aqueja al lago es que vuelva a precipitar en gran cantidad en la zona, sin embargo señaló que también ayuda el que se prevengan los incendios forestales y la protección de la cubierta vegetal que realiza Conaf. “Es muy importante cuidar nuestras plantas y árboles, pues ellos retienen la mayor parte del agua para el lago” finalizó javiera Meza.