La privatización del agua en Chile ha sido un tema que, últimamente, ha estado en el tapete de la discusión y de las demandas sociales. Sin embargo, la semana recién pasada tuvo un punto de especial tensión cuando el martes 7 de enero, el Senado rechazó un proyecto que declaraba el agua como un bien de uso público, esto, pese a que 24 parlamentarios votaron a favor y solo 12 en contra.
La iniciativa no pudo ser aprobada porque se requerían los 2/3 de la Cámara Alta, es decir, 29 votos para que así fuera. Que los votos a favor hayan sido el doble de los de rechazo, simplemente, no bastó.
Los 12 senadores que se opusieron a que el agua sea declarada un bien de uso público pertenecen, en su totalidad, a Chille Vamos. Estos parlamentarios votaron en contra pese a que el Ministerio de Obras Públicas ha decretado zona de escasez hídrica en 88 comunas del país.
Con todo, el vocero nacional del Movimiento de Defensa por el acceso al Agua, la Tierra y la protección del Medio Ambiente (Modatima), Rodrigo Mundaca, manifestó no sentirse sorprendido por los 12 votos en contra, pues los conflictos de interés serían evidentes en algunos parlamentarios.
“La verdad es que ellos no nos sorprenden en lo absoluto puesto que siempre hemos señalado, y lo hemos denunciado públicamente, de que al interior del Congreso existe una casta, y existe un maridaje evidente entre personeros que hoy tienen la tarea de legislar en función del bien público pero que, sin embargo, se niegan a hacerlo, y siguen legislando a favor de mantener el modelo privado de agua con el objetivo de mantener los privilegios de la megaminería, del agro negocio, las hidroeléctricas, las forestales, y mantener el modelo privado de gestión de las aguas en el país”.
De acuerdo a los datos entregados por radio Biobío, al menos 4 senadores de los 12 que votaron en contra del proyecto registran en sus declaraciones de patrimonio derechos de agua.
Sin embargo, lo anterior, evidentemente no fue el argumento utilizado para justificar sus votos, sino que los parlamentarios apelaron a que en Chile el agua sí sería un bien de uso público, como lo hizo Manuel José Ossandón, quien declaró que “no es verdad que se privatizó el agua, no desconozco que han existido abusos que, por supuesto, hay que corregir, pero hay que aclarar que estos derechos no son absolutos”.
Ante esto, Rodrigo Mundaca fue enfático: estos senadores estarían mintiendo.
“Hoy, el Código de Aguas, en el artículo número 5, dice que las aguas se entregan en la modalidad de derecho de aprovechamiento de agua, pero, a reglón seguido, en el artículo número 6 dice que ese derecho de aprovechamiento de agua es un derecho real sobre el cual los particulares hacen uso, goce y usufructo, y esto se encuentra amparado en las garantías constitucionales del 19 numeral 24 de la Constitución Política de 1980 que consagra el modelo privado de agua, por lo tanto, le mienten una vez más al país, y le mienten al país sin ninguna vergüenza. Todo el mundo sabe que Chile es el único país del planeta que mantiene privatizada sus fuentes de agua, la gestión de las mismas, y que en Chile hoy no se salvaguarda el derecho humano al agua”.
El reconocido activista también se refirió a la campaña del Gobierno para concientizar a la población sobre la escasez hídrica que afecta al país, llamada Chile se está secando. Al respecto, Mundaca sostuvo que está mal enfocada, pues va dirigida al común de la población cuando es esta, precisamente, la que menos agua consume.
“Hoy se le transfiere la responsabilidad de cuidar el agua a la población chilena cuando es la población chilena la que menos agua dulce utiliza en el país, ¿por qué no se le transfiere esa responsabilidad al agro negocio, a las hidroeléctricas, a las forestales? Es más, ¿por qué la lidera quien precisamente lidera –valga la redundancia- el gabinete hídrico del Gobierno de Piñera? Me refiero concretamente al ministro de Agricultura Antonio Walker Prieto. Me parece que es un impropio más pero también, sin duda, decir que esto ha generado una enorme irritación en la población”.
Por lo mismo, Mundaca se mostró esperanzado con lo que pueda surgir a raíz del estallido social, mismo que ha tomado la lucha del agua como una de sus banderas.
“La lucha por el agua es un imperativo ético, un imperativo moral y, en ese propósito, nuestra organización, Modatima, va a llegar hasta el final, hasta recuperar el agua para nuestras comunidades y nuestros territorios”, finalizó el activista.