El gobierno alemán destinará 4.350 millones de euros a indemnizar a los operadores de las centrales eléctricas de carbón, en el marco del plan del abandono de ese mineral muy contaminante, previsto a más tardar en 2038, anunció el ministro de Finanzas Olaf Scholz.
“Eso representa 2.600 millones de euros para las plantas del oeste de Alemania y 1.750 millones en el este”, un monto que se entregará a lo largo de una quincena de años desde el cierre, indicó el ministro. No se trata de un monto definitivo ya que por el momento concierne solamente a las centrales que cerrarán en la década que acaba de empezar y deja de lado a las que dejarán de funcionar en los años treinta, aclaró.
El acuerdo prevé también el fin de las licencias de explotación en el bosque milenario de Hambach (oeste), amenazado por la extensión de una mina de lignito, que se convirtió en el símbolo de la lucha contra el carbón en Alemania.
Para aplicar el acuerdo, el gobierno federal presentará un proyecto de ley en enero.
En las regiones mineras afectadas por las centrales y minas de carbón, el Estado prevé la instauración de un “fondo de indemnización” para “los trabajadores” del sector, una ayuda pública prevista hasta el año 2043.
Además, las cuatro regiones que firmaron el acuerdo recibirán una ayuda financiera de 40.000 millones de euros hasta el año 2038.
El abandono del carbón, fuente de energía tan barata como contaminante y elemento fundamental del desarrollo industrial alemán, se vio complicado por decisión adoptada en 2011 de abandonar la energía nuclear en 2022.
Alemania, principal economía de la Unión Europea, genera un tercio de su electricidad a partir de centrales eléctricas que utilizan la hulla y el lignito.