La semana recién pasada Facebook anunció una serie de medidas con el objetivo de contribuir a que el plebiscito, que se llevará a cabo en abril, se desarrolle en un ambiente “justo y limpio”, sin interferencias a través de sus redes sociales y sin manipulaciones de información como las que se han dado a conocer en otros países.
El ejemplo más claro es el caso de las elecciones en Estados Unidos y el polémico episodio con Cambridge Analytica, empresa que fue acusada de usar la información de millones de usuarios para influir en la votación que terminó por elegir a Donald Trump como presidente.
Entre las medidas planteadas por la división chilena de la compañía fundada por Mark Zuckerberg está un sistema que identificará qué posteos son propaganda política, en donde las organizaciones o partidos deberán confirmar su identidad previamente. Estas publicaciones irán a una biblioteca que, durante siete años, guardará y pondrá a disposición de toda la población los datos de quién publicó, a qué costo y con qué alcances.
A esto se suma un monitoreo de las cuentas falsas que realizará un equipo humano de la empresa con el fin de eliminarlas. Así también ocurriría con los mensajes de odio o información engañosa. Todo en conjunto con el Servel, desde donde ya anunciaron su colaboración para este proceso.
No obstante, en conversación con nuestro medio, el abogado de la ONG Derechos Digitales y académico de la Universidad Diego Portales, Pablo Viollier, sostuvo que todas estas medidas son “insuficientes”. “El gran problema que tiene Facebook es su modelo de negocios“, afirmó.
“El problema con éste es que es un modelo que se basa en el engagement o en la interacción, por así decirlo. Es por eso que el contenido que circula con mayor propensión y con mayor velocidad en las redes sociales es contenido de mala calidad, polarizante, polémico, incendiario y falso, entre otros”, dijo.
“Entonces todas las medidas que tome Facebook respecto de este asunto, en la medida en que no cambie su modelo de negocios, siempre van a ser de mitigación“, sentenció el abogado.
Para Viollier, este fenómeno se repite en otras redes sociales catalogadas como “abiertas”, pero el caso de aquellas “cerradas” es más complicado. En específico, para aplicaciones de mensajería como Whatsapp, que cuenta con más de dos mil millones de usuarios en el mundo, se propuso una campaña conjunta con partidos políticos y organizaciones llamada “Comparte hechos, no rumores”.
Sin embargo, para el abogado de Derechos Digitales esta medida tampoco soluciona el problema de fondo. “Las campañas en el fondo son positivas, pero lo importante es que las herramientas estén configuradas por defecto, pensando en evitar este tipo de efectos secundarios”, sostuvo Viollier.
“Son las plataformas cerradas las que, a mi juicio, representan una mayor capacidad disruptiva y hay ciertas cosas que estas plataformas podrían hacer -y que están empezando a hacer- pero que todavía son insuficientes“, explicó.
“Por ejemplo, limitar la cantidad de veces que un mensaje se puede reenviar o configurar por defecto que a ti sólo te puedan agregar a un grupo si tú consientes con ello. Eso es algo que hoy día se puede configurar pero que no viene por defecto”, agregó el integrante de la ONG Derechos Digitales.
El académico de la Universidad Diego Portales también se refirió a lo que detalló el gerente del equipo de elecciones de Facebook, Marcos Tourinho, respecto de la revisión que llevará a cabo la red social para encontrar noticias falsas, la que también incluirá posibles casos de intervención extranjera, como lo han hecho en otros países y también en Chile durante el estallido social.
Viollier destacó este punto y señaló que la teoría del Gobierno en ese sentido no tiene fundamento alguno. “Esto vuelve a confirmar que la tesis de una existencia de una intervención extranjera, por parte de organismos o gobiernos extranjeros en la revuelta en Chile, no tiene ningún asidero”, aseguró.
“Facebook tiene un equipo especializado en el monitoreo de campañas de desinformación. Declararon y señalaron que no han detectado ningún tipo de anomalía en el caso de Chile, entonces esto vuelve a reafirmar que esta tesis no tiene ningún tipo de asidero“, explicó el abogado.
Desde Facebook, la gerenta de Alianzas Estratégicas, Julieta Shama, explicó que la información que sea comprobada como falsa será penalizada. Las publicaciones serán marcadas y su difusión disminuirá en un 80 por ciento. Además, los usuarios recibirán una alerta cuando compartan información catalogada como falsa y, para quien la haya publicado originalmente, habrán castigos como la prohibición de seguir pagando para promocionar el contenido.
Además, aseguraron que, pese a que en general los plebiscitos no entran en la órbita de Facebook a la hora de evitar casos de injerencia, en Chile tomaron la decisión de hacerlo ya que es una elección muy importante y la condición del país lo amerita.