Era el “big prize “, el “premio gordo”. Al ganar las primarias demócratas en Michigan el martes, Joe Biden infligió un gran revés a su rival Bernie Sanders. Fue en este estado industrial del medio oeste de los Estados Unidos donde el senador “socialista” de Vermont ganó las primarias de 2016 contra Hillary Clinton. Al ganar el estado, Biden también está demostrando que puede ganar el voto de los trabajadores, al tiempo que ya cuenta una mayoría en el electorado afroamericano, precisa la corresponsal de RFI en Washington, Anne Corpet.
Según las proyecciones de los medios de comunicación estadounidenses, el ex vicepresidente también está muy por delante en Idaho, Missouri y Mississippi. Los resultados en Dakota del Norte y el estado de Washington aún se desconocen, pero al senador socialista Bernie Sanders le puede resultar difícil recuperarse de estas derrotas y mantenerse en la carrera.
“El retorno del alma”
Joe Biden tendió una mano a su rival en un discurso bastante sobrio desde Filadelfia: “Quiero agradecer a Bernie Sanders y a sus seguidores su incansable energía y pasión. Tenemos el mismo objetivo y juntos venceremos a Donald Trump”. Con esta declaración, Joe Biden se posiciona inmediatamente como un candidato investido, listo para liderar la batalla contra el presidente por su cuenta.
La antigua mano derecha de Barack Obama ha evitado cualquier triunfalismo. “Parece que vamos a tener otra buena noche”, dijo Biden, que ya había anotado una primera ronda de victorias en 10 de los 14 estados el Súper Martes, 4 de marzo.
“Es más que un retorno de nuestra campaña, es el retorno del alma de esta nación”, dijo. “Esta campaña está despegando y creo que vamos a seguir teniendo éxito de aquí en adelante. Pero no den nada por sentado. Tenemos que ganar cada voto en cada estado”, agregó.
La reunión de todos los moderados
Joe Biden recordó a todos los candidatos moderados demócratas que tras abandonar la carrera han expresado su apoyo al ex vicepresidente. “Sólo en esta semana, muchos ex competidores de increíble talento se unieron a mí: el alcalde Pete Buttigieg, Amy Klobuchar, Beto O’Rourke, Mike Bloomberg, Cory Booker y Kamala Harris. Juntos, estamos reuniendo esta fiesta. Eso es lo que tenemos que hacer. Esta noche estamos un paso más cerca de restaurar la decencia, la dignidad y el honor de la Casa Blanca”.
Retomando el credo que ha estado machacando desde que entró en la carrera, el veterano político de 77 años estimó que la elección sería sobre valores. “Necesitamos un líder presidencial honesto, seguro, confiable y estable. Necesitamos un líder tranquilizador”, añadió el candidato moderado.
A petición de las autoridades sanitarias, los dos septuagenarios tuvieron que renunciar a celebrar reuniones en Cleveland por la noche a causa del nuevo coronavirus.
“Bernie” ha perdido la “magia” del 2016
Bernie Sanders, mientras tanto, eligió el silencio después de la noche de las elecciones. No hablará hasta el miércoles, según los medios de comunicación. Su actitud habla por sí misma. “Bernie” había viajado incansablemente por todo Michigan durante los últimos cuatro días. Había apostado todo por Michigan para revivir su candidatura. Pero la “magia” de 2016 ya no estaba allí.
¿Cómo explica esta derrota en Michigan? La clave de la victoria de Joe Biden se encuentra en los suburbios, cuyos residentes votaron abrumadoramente por el ex vicepresidente. También lo hizo muy bien en algunos de los distritos donde Donald Trump ganó en 2016. Entre ellas se encuentran las zonas residenciales alrededor de Detroit, donde viven los llamados “blue collars“, trabajadores blancos codiciados por demócratas y republicanos.
Hace cuatro años, estos trabajadores ayudaron a Sanders a ganar las primarias demócratas de Michigan contra Hillary Clinton. Esa victoria en ese momento aceleró la campaña del senador progresista. Hoy, es al revés: la derrota de Sanders en Michigan podría poner fin a su candidatura.
Pero la gran paradoja sigue siendo: el líder del ala izquierda del Partido Demócrata atrae a las multitudes y llena los pasillos, pero no logra convertir ese entusiasmo en votos. Según un comentarista estadounidense, la revolución puede haber cambiado de bando. Es el establishment, la clase media, que se levanta y se moviliza a favor del candidato considerado más capaz de derrotar a Donald Trump.
“Triste pero no sorprendida”
Entre los partidarios de Bernie Sanders, es una decepción. Querían creer en él, y aún no admiten la derrota, como nuestro enviado especial, Achim Lippold, pudo comprobar en Detroit.
En un bar del centro, los activistas de Sanders están siguiendo el anuncio de los resultados. Cuando Sherryl Hermann se entere de que Joe Biden ha ganado en Michigan, no podrá ocultar su decepción. “Estoy triste pero no sorprendida. Espero que continúe hasta la convención. Pero Bernie Sanders es una persona muy diplomática. No me sorprendería que se retirara de la carrera. Estoy tratando de no llorar esta noche”, afirma.
Otros partidarios son más combativos. Adam, a los 30 años, ha estado siguiendo a Bernie Sanders durante semanas. Originario de Montana, ha estado viajando a través de los Estados Unidos para hacer campaña por su candidato. Y no se detendrá. “Como socialista estadounidense, sé que tengo que luchar. Hemos perdido las elecciones durante más de 100 años. Estoy acostumbrado. Dejaré Michigan mañana e iré a Pensilvania para seguir haciendo campaña por Bernie Sanders”, asegura.
“Control de Daños”
Marco, por su parte, ya ha asumido la derrota de su campeón. Muy decepcionado con los resultados en Michigan, se prepara ahora para apoyar a Joe Biden como candidato contra el presidente Donald Trump, aunque a regañadientes. “Por supuesto, votaré por él. Pero me temo que otros no lo harán. Voté por Bernie Sanders con todo mi corazón. Si yo apoyara a Joe Biden, sería sólo control de daños”, explica”.
Los jóvenes activistas reunidos en el bar están todos convencidos: aunque Bernie Sanders deje la primaria demócrata, su movimiento continuará. El objetivo, transformar el Partido Demócrata en un partido más progresista.
La semana que viene se celebrarán más primarias en cuatro estados donde las encuestas muestran que Joe Biden es el claro ganador. Una nominación del senador de Vermont ahora parece muy poco probable, pero se espera que Sanders mantenga su candidatura hasta el debate con su oponente el 15 de marzo. Si no gana, todavía tiene la oportunidad de imponer algunas de sus ideas en la plataforma del Partido Demócrata.