Son cerca de 300 las personas que están hoy en la frontera de Chile y Bolivia, en Huara, esperando poder ingresar al país vecino hace nueve días. Se trata de ciudadanos bolivianos que desean ser repatriados, pero hasta hoy se les ha negado el acceso a Bolivia ante el cierre de fronteras instaurado debido al COVID-19.
En Huara las personas han instalado un campamento en la espera del regreso a su nación, ya que si bien muchos de ellos residen en Chile han decidido retornar ante la emergencia sanitaria y la crisis que con ella se ha comenzado a gestar.
La situación genera una preocupación importante por las condiciones en las que se encuentran estas personas, entre las que hay menores de edad, personas enfermas y mujeres embarazadas.
Durante este viernes se anunció que el regreso al fin ha sido programado, y se realizará este sábado. Según indicó el Canciller Teodoro Ribera, “la ministra boliviana Karen Longaric ha accedido a que, a partir de mañana, estas personas puedan ingresar a Bolivia, y acampar y quedarse en definitiva en la localidad de Pisiga. Queremos agradecer al Gobierno boliviano y a la canciller Longaric la disposición a recibir a sus conciudadanos”.
Ante la situación que han tenido estas personas varadas, Rodolfo Noriega, de la Coordinadora Nacional de Inmigrantes, comentó que Bolivia debe respetar la normativa internacional referente a temas como este.
“Se requiere que el gobierno boliviano respete el derecho internacional al cual se ha comprometido, y el derecho interno, la Constitución de Bolivia, en el sentido de no desconocer el derecho de regreso o retorno de las personas a su nacionalidad, su país de origen. Es un derecho fundamental que si bien podrían ponerlo en suspenso por la ley interna boliviana, los compromisos internacionales, el Pacto de San José de Costa Rica y otros tratados más obligan a los estados a respetar este derecho“, señaló.
Además, Rodolfo Noriega dijo que esta situación, que se repite en otros lugares, pone en evidencia que la medida de cerrar fronteras debe considerar algunas excepciones.
“Este cierre de fronteras no puede ser absoluto en situaciones de carácter humanitario, en situaciones como la que estamos viendo, que no es solo la de los bolivianos. Ahora en estos momentos hay peruanos varados en la frontera en Chacalluta yendo a Perú por la misma situación. Esto demuestra que el riesgo está más allá del tema de la salud por el coronavirus, el riesgo está en exponer a las poblaciones a tránsitos de manera irregular, al tráfico de personas para transitar de forma irregular de un país a otro”.
Una cuarentena digna
La situación no ha sido fácil para quienes están hoy en Huara esperando entrar a Bolivia, pues sus condiciones de habitabilidad en el campamento no son las mejores.
A través de las autoridades locales y de las fuerzas de orden han recibido alimentación e insumos durante estos nueve días de espera, sin embargo, el frío o la incomodidad en el habitar han sido parte de los problemas enfrentados.
A pesar de que la repatriación se concretará este fin de semana, hay otra preocupación presente en quienes regresarán a Bolivia: el cómo cumplirán su cuarentena obligatoria.
En la zona de Pisiga, lugar de límite fronterizo con Huara, se están instalando carpas y baños químicos para que quienes crucen la frontera puedan alojar allí por los próximos 14 días.
Ante lo que han vivido, Mónica Quijua, boliviana presente en Huara, comentó que “no podemos seguir así”, pues las últimas noches se han hecho cada vez más difíciles ante las bajas temperaturas en la región. Además, comentó que respecto de lo que vendrá para ellos en Bolivia durante las próximas dos semanas “hay dudas sobre las garantías del agua, el aprovisionamiento de alimentos, tenemos esa preocupación hacia el gobierno, pues el gobierno central lamentablemente nos ha fallado muchas veces“.
“Queremos que nos garanticen condiciones básicas para vivir. Estaremos ahí durante 14 días entonces queremos que nos garanticen el agua, alimentación, cuestiones básicas, duchas, que haya un lugar para lavar ropa”, agregó y destacó que no esperan que se les entregue “un hotel cinco estrellas”, sino solo “condiciones dignas”.
De esta forma, las personas varadas cruzarán este sábado desde las 5 am por el paso Colchane para finalmente volver a su país, lugar al que han solicitado entrar los últimos nueve días.