“Tengo mucha tristeza”. Así se refiere Brenda Veas al proyecto Maratué de Quirilluca, comuna de Puchuncaví.
La iniciativa inmobiliaria busca construir 14 mil 180 casas con una inversión de 2 mil millones de dólares en el sector de Quirilluca, que ha sido denominado por la comunidad como el último pulmón verde de esta emblemática zona de sacrificio, pues cuenta con una amplia biodiversidad que deberá ser intervenida si efectivamente este proyecto se concreta.
“Con mi hermano y mis papás recorrimos este lugar. De niña lo hice siempre con respeto a esa flora y fauna, árboles nativos, y luego lo hice con mis hijas. Ahora la tristeza que tengo es que mis nietos no logren disfrutar lo que yo disfruté de niña. Quiero que ellos también lo hagan”, continua Brenda al teléfono contando sus temores ante este proyecto inmobiliario.
Su molestia y la de otros vecinos de la zona se ha visto acrecentada durante los últimos días, al enterarse que en medio de la pandemia, desde el proyecto Maratué han estado realizando regalos al municipio, lo que les parece no son obras sinceras.
Así lo denunciaron desde Mujeres en Zonas de Sacrificio, organización que a través de un comunicado indicó que se realizó una donación en dinero a la Compañía de Bomberos y se entregaron ocho termómetros infrarrojos al municipio.
“En este caso nos preocupa la intención de manipular a los destinatarios de los regalos, por parte de los aparentemente generosos empresarios que hacen los donativos, hacerse dueños de su gratitud y probablemente de su voluntad, de sus decisiones. Es decir, regalo con doble intención”, señalaron en el texto difundido a través de redes sociales.
Al respecto, Brenda Veas, que es parte de la organización Salvemos Quirilluca, dijo que atribuye estas acciones “a que se están haciendo los buenos vecinos, hacen como que están ayudando a la comunidad con cosas que necesitan, sin preguntar realmente qué se necesita. Es para mostrar que ayudan, y no me parece bien, porque si quieren ayudar para que lo publican, si lo quieren hacer que lo hagan calladitos, pero no predicando para que la gente piense ‘ah el proyecto Maratué está ayudando a la comunidad’, y no es así”.
En tanto, Ricardo Quero, también miembro de Salvemos Quirilluca, señaló que lo preocupante es cómo se hicieron los nexos para la entrega de insumos al municipio, ya que el contacto entre los encargados del proyecto y las autoridades locales se hizo mediante Juan Elías Pérez, quien según explicó Ricardo Quero tiene intenciones políticas.
“Consideramos sumamente inapropiado que esta donación se haga a través de un candidato a concejal en Puchuncaví”, señaló y agregó que a su juicio esto puede interpretarse como que existe alguna conexión entre una futura campaña política y este proyecto.
“La función de un concejal es fiscalizar y que posibilidades va tener de fiscalizar este señor cuando sabemos que su campaña va estar financiada por una empresa privada que tiene intereses en la comuna”, dijo Ricardo Quero.
Además, el integrante de Salvemos Quirilluca agregó que las preocupaciones ante este proyecto inmobiliario se basan en que significaría la tala de 131 hectáreas de bosque nativo y 400 de matorrales esclerófilos, junto a la instalación de una planta desalinizadora para garantizar agua potable a las viviendas del proyecto.
“Considerando que somos una zona de sacrificio, y que Quirilluca es el último pulmón verde que tenemos aquí en nuestra costa, y los que limpian el aire son precisamente los árboles, este proyecto pretende talarnos este bosque, estos árboles, estos matorrales, y se podría acentuar la contaminación de la zona”.
En tanto, desde Mujeres en Zona de Sacrificio, Marta Aravena, señaló que “si realmente le interesara la comuna y supieran los problemas que hay de contaminación aquí, si realmente tuviera consciencia que donde quieren poner su proyecto inmobiliario hay un alto grado de contaminación, le hubiesen regalado un ventilador mecánico a la Dirección de Salud de Puchuncaví”.
Agregó que esta situación ha producido mucha molestia, pues lo consideran una mala práctica. Sin embargo, destacó que la ciudadanía se ha ido informando con el tiempo respecto de este tipo de acciones.
“Hoy día trabajamos con un grupo mucho más grande de mujeres en las cuales se ha ido creando consciencia, y nos ha permitido ir abarcando a la comunidad para que aprenda y entienda que las empresas no tienen por qué dar regalos a cambio de nada. Las empresas aquí lo que deberían hacer es tributar en la zona y que esos impuestos vayan a dar a la comuna, pero no darle regalos a las organizaciones o al municipio en forma particular, menos cuando está en evaluación ambiental un proyecto tan gigantesco como Maratué, que hará tanto daño a nuestra biodiversidad”, afirmó.
Por su parte, el diputado de Convergencia Social y representante del distrito 6, Diego Ibáñez, comentó sobre esta situación que si la inmobiliaria estuviera realmente preocupada por la comunidad “no estaría regalando insumos médicos, sino definitivamente cancelando su proyecto inmobiliario que va destruir bosque nativo en una zona que particularmente lo necesita, porque para recuperar la zona de sacrificio hoy necesitamos una estrategia de reconversión industrial y de protección de la biodiversidad, en este caso las hectáreas de bosque nativo que van a ser taladas va a empeorar la situación, y hoy la comunidad está rechazando este proyecto con toda razón”.
A la vez, el parlamentario recordó que esta es una zona especial que debe estar en la preocupación de las autoridades ante la pandemia, pues no solo no cuentan con una red asistencial que pueda enfrentar la emergencia, sino que además durante los meses de invierno se viven peaks de contaminación por la industria que afecta el sector.
“Hoy hay que solicitarle al gobierno que las empresas del parque industrial durante este tiempo de la pandemia, y por cierto durante todo el tiempo frío que se avecina en Quintero y Puchuncaví, no operen de la forma en que lo han hecho históricamente, que cumplan incluso más allá del plan de descontaminación y que se coloque al servicio de la comunidad una red sanitaria a la altura”.
“Estaremos fiscalizando aquello y no podemos tolerar que todavía no se cumplan las recomendaciones de la Corte Suprema que por cierto son obligaciones judiciales que tiene que cumplir el Estado de Chile”, agregó el diputado, recordando que a fines de mayo de 2019 el Máximo Tribunal ordenó una serie de medidas que el Estado debe cumplir en protección de los habitantes de este sector, lo que aun no se ha concretado al 100 por ciento.
En tanto, en lo que refiere al proyecto Maratué, los vecinos aseguran que seguirán alertas, no solo con las acciones que se puedan tomar durante la pandemia, sino también con su implementación ya que si bien la iniciativa inmobiliaria cuenta con una Resolución de Calificación Ambiental aprobada, ante los recursos judiciales de los vecinos deberá ser revisada por el comité de ministros. De ser aprobada, la comunidad afirma que llegará hasta la última acción para evitar que se destruya “su último pulmón verde”.